»Si muere algún animal que habías apartado para comer, el que toque su cadáver se quedará impuro hasta el anochecer. El que coma carne del animal muerto, lavará sus vestidos y se quedará impuro hasta el anochecer. El que remueva el cuerpo muerto, lavará sus vestidos y se quedará impuro hasta el anochecer. »De todos los animales que se arrastran sobre la tierra, no comerán ninguno de los reptiles que se arrastran sobre la tierra. Son animales repugnantes, y no se deben comer. Tampoco deben comer nada de lo que anda sobre su pecho, ni nada de lo que anda sobre cuatro o más patas. Son animales repugnantes. »No se hagan ustedes también repugnantes con esos animales que se arrastran. No se contaminen con ellos. No se hagan impuros por causa de ellos. »Yo soy el Señor su Dios. Por lo tanto, ustedes se santificarán, y serán santos, porque yo soy santo. Así que no se contaminen con ninguno de los animales que se arrastran por la tierra. »Yo soy el Señor. Yo los he sacado de Egipto para ser su Dios. Así que ustedes deben ser santos, porque yo soy santo.» Esta es la ley acerca de las bestias, de las aves, y de todo ser vivo que se mueve en las aguas, y de todo animal que se arrastra por la tierra, para establecer la diferencia entre lo puro y lo impuro, y entre los animales que se pueden comer y los que no se pueden comer.
Leer Levítico 11
Compartir
Comparar todas las versiones: Levítico 11:39-47
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos