»De los animales que se arrastran sobre la tierra deberán considerar impuros a los siguientes: la comadreja, el ratón, toda clase de ranas,
el erizo, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el camaleón.
De entre los animales que se arrastran, a estos los deberán considerar impuros. Todo el que los toque cuando estos ya estén muertos, se quedará impuro hasta el anochecer.
Todo aquello sobre lo que caiga algo del cadáver de estos animales, ya sea un objeto de madera, o un vestido, o piel, o saco, o cualquier instrumento de trabajo, deberá enjuagarse y se quedará impuro hasta el anochecer. Después de eso, quedará limpio.
Toda vasija de barro en la que caiga alguno de ellos, quedará impura, lo mismo que todo lo que haya dentro de ella, y se tendrá que romper la vasija.
Todo alimento sobre el que caiga el agua de tales vasijas, quedará impuro, y toda bebida que haya en ellas será impura.
Todo aquello sobre lo que caiga parte del cadáver de estos animales quedará impuro. El horno y los hornillos deberán ser derribados, pues son impuros, y así deberán ser considerados.
Sin embargo, las fuentes y las cisternas donde se recoge el agua se considerarán limpias. Solo se considerará impuro lo que haya tenido contacto con los cadáveres.
Si alguna parte de los cadáveres cae sobre alguna semilla que vaya a sembrarse, la semilla se considerará limpia.
Pero si la semilla estaba en remojo, y algo de los cadáveres cae sobre ella, deberán considerarla impura.