Entonces el Señor respondió a Job desde el torbellino, y le dijo: «Pórtate como hombre, y prepárate. Yo te voy a preguntar, y tú me vas a responder. ¿Acaso vas a invalidar mi justicia? ¿O vas a condenarme para justificarte? ¿Tienes acaso el mismo poder que yo? ¿Puede tu voz resonar como la mía? »Revístete de majestad y de gloria; cúbrete de honra y hermosura. Deja sentir todo el ardor de tu ira; fija tu mirada en los orgullosos, y humíllalos. Fíjate en los soberbios, y abátelos; quebranta a los malvados; ¡ponlos en su lugar! Sepúltalos a todos en la tierra; cúbreles la cara y déjalos en tinieblas. Entonces yo tendré que reconocer que tu diestra tiene el poder de salvarte. »Mira a Behemot, la bestia de las bestias; criatura mía, lo mismo que tú. Se alimenta de hierba, como los bueyes, su fuerza se concentra en sus lomos, y su vigor se halla en los músculos de su vientre; ¡sacude su cola como un cedro! Los tendones de sus muslos se entrelazan, y sus huesos parecen barras de bronce; ¡sus patas son tan fuertes como el hierro! »Behemot fue mi primera obra; yo lo hice, y solo yo puedo matarlo. En los montes crece hierba para él, y allí retozan las bestias del campo. Behemot se echa entre los juncos; se echa entre las matas de los esteros. La sombra de los árboles lo resguardan; los sauces del arroyo lo rodean. Si el río se desborda, él no se espanta; se queda tranquilo aunque el río Jordán lo cubra. ¿Quién puede atacarlo, estando él despierto? ¿Quién puede acercarse a él y horadarle el hocico?
Leer Job 40
Compartir
Comparar todas las versiones: Job 40:6-24
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos