En ese momento, Nabucodonosor exclamó: «Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, que envió su ángel y libró a sus siervos, pues confiaron en él y no cumplieron mi edicto. Prefirieron entregar sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios. »Por tanto, yo decreto que todo pueblo, nación o lengua que profiera alguna blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, sea descuartizado, y que su casa sea convertida en muladar. ¡Porque ningún dios hay que pueda salvar como este Dios!» Después de esto, el rey exaltó a Sadrac, Mesac y Abednego en la provincia de Babilonia.
Leer Daniel 3
Compartir
Comparar todas las versiones: Daniel 3:28-30
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos