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Salmo 102:3-11

Salmo 102:3-11 NVI

Pues mis días se desvanecen como el humo; los huesos me arden como brasas. Mi corazón decae y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito! Por causa de mis fuertes quejidos se pueden contar mis huesos. Parezco un búho del desierto; soy como un búho entre las ruinas. No logro conciliar el sueño; parezco ave solitaria sobre el techo. A todas horas me insultan mis enemigos, y hasta usan mi nombre para maldecir. Las cenizas son todo mi alimento; mis lágrimas se mezclan con mi bebida. Por tu enojo, por tu indignación me levantaste para luego arrojarme. Mis días son como sombras nocturnas; me voy marchitando como la hierba.

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