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Levítico 9:1-21

Levítico 9:1-21 NVI

Al octavo día Moisés llamó a Aarón, a sus hijos y a los jefes de Israel. A Aarón le dijo: «Toma un ternero para el sacrificio de perdón de pecados y un carnero para el holocausto, ambos sin defecto, y preséntaselos al SEÑOR. Diles después a los israelitas: “Traigan un macho cabrío para el sacrificio por el perdón, un becerro y un cordero para el holocausto, ambos de un año y sin defecto. Traigan también un toro y un carnero para ofrecérselos al SEÑOR como sacrificio de comunión; y traigan una ofrenda de cereal amasada con aceite. El SEÑOR se manifestará hoy ante ustedes”». Los israelitas llevaron hasta la Tienda de reunión lo que Moisés había mandado; y toda la comunidad se acercó y se quedó de pie ante el SEÑOR. Entonces Moisés dijo: «Esto es lo que el SEÑOR les manda hacer, para que la gloria del SEÑOR se manifieste ante ustedes». Después Moisés dijo a Aarón: «Acércate al altar y ofrece tu sacrificio por el perdón y tu holocausto. Pide así perdón por ti y por el pueblo. Presenta la ofrenda por el pueblo y pide perdón por ellos, tal como el SEÑOR lo ha mandado». Aarón se acercó al altar y degolló el becerro como sacrificio para el perdón por sí mismo. Sus hijos le llevaron la sangre, él mojó el dedo en la sangre y la untó en los cuernos del altar; luego derramó sangre al pie del altar. Luego quemó en el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado de la ofrenda por el pecado, tal como el SEÑOR se lo había mandado a Moisés. La carne y la piel las quemó fuera del campamento. Después Aarón degolló la víctima del holocausto. Sus hijos le llevaron la sangre y él la derramó alrededor del altar. También le fueron pasando los trozos del animal y la cabeza, y él lo quemó todo en el altar. Lavó los intestinos y las patas, y luego quemó todo esto en el altar, junto con el holocausto. Entonces Aarón presentó la ofrenda del pueblo, es decir, el macho cabrío del sacrificio por el perdón. Lo tomó y lo degolló, ofreciéndolo como sacrificio para obtener el perdón, como hizo con el primero. Luego presentó la víctima del holocausto, la cual sacrificó tal como fue ordenado. También presentó la ofrenda de cereal; luego tomó un puñado y lo quemó en el altar, además del holocausto de la mañana. Después degolló el toro y el carnero como sacrificio de comunión por el pueblo. Sus hijos le llevaron la sangre y él la derramó alrededor del altar. Pero tomó la grasa del toro y del carnero —la cola, el sebo que recubre los intestinos, los riñones y el lóbulo del hígado— y puso todo sobre el pecho de las víctimas para quemarlo en el altar. Aarón meció ante el SEÑOR el pecho y el muslo derecho de las víctimas. Fue una ofrenda mecida, tal como Moisés se lo había mandado.

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