El SEÑOR mismo los ha dispersado; ya no se preocupa por ellos. Ya no hay respeto para los sacerdotes ni compasión para los ancianos. Para colmo, desfallecen nuestros ojos esperando en vano que alguien nos ayude. Desde nuestras torres estamos en espera de una nación que no puede salvarnos. A cada paso nos acechan; no podemos ya andar por las calles. Nuestro fin se acerca, nos ha llegado la hora; ¡nuestros días están contados!
Leer Lamentaciones 4
Escuchar Lamentaciones 4
Compartir
Comparar todas las versiones: Lamentaciones 4:16-18
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos