—¿Cuánto quieres que te pague? —preguntó Labán. —No tienes que pagarme nada —respondió Jacob—. Si aceptas lo que estoy por proponerte, seguiré cuidando tus ovejas. Hoy, cuando pase yo con todo tu rebaño, tú irás apartando toda oveja manchada o moteada y todos los corderos negros, también todos los cabritos manchados o moteados. Ellos serán mi salario. Así, el día de mañana, cuando vengas a controlar lo que he ganado, mi honradez responderá por mí: si encuentras alguna oveja o cabrito que no sea manchado o moteado, o algún cordero que no sea negro, será que te lo he robado.
Leer Génesis 30
Escuchar Génesis 30
Compartir
Comparar todas las versiones: Génesis 30:31-33
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos