Entonces Natán dijo a David: —¡Tú eres ese hombre! Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl. Te di el palacio de tu amo y puse sus mujeres en tus brazos. También te permití gobernar a Israel y a Judá. Y por si esto hubiera sido poco, te habría dado mucho más. ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del SEÑOR haciendo lo que le desagrada? ¡Asesinaste a Urías el hitita para apoderarte de su esposa! ¡Lo mataste con la espada de los amonitas! Por eso la espada jamás se apartará de tu familia, pues me despreciaste al tomar la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer”. »Pues bien, así dice el SEÑOR: “Yo haré que el desastre que mereces surja de tu propia familia, y ante tus propios ojos tomaré a tus mujeres y se las daré a otro, el cual se acostará con ellas en pleno día. Lo que tú hiciste a escondidas, yo lo haré a plena luz, a la vista de todo Israel”». —¡He pecado contra el SEÑOR! —reconoció David ante Natán. —El SEÑOR ha perdonado ya tu pecado y no morirás —contestó Natán—. Sin embargo, tu hijo sí morirá, pues con tus acciones has mostrado desprecio al SEÑOR. Dicho esto, Natán volvió a su casa. Y el SEÑOR hirió al hijo que la esposa de Urías había dado a David, de modo que el niño cayó gravemente enfermo.
Leer 2 Samuel 12
Escuchar 2 Samuel 12
Compartir
Comparar todas las versiones: 2 Samuel 12:7-15
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos