Y a pesar de todo, oh SEÑOR, eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y tú, el alfarero. Todos somos formados por tu mano. No te enojes tanto con nosotros, SEÑOR; por favor, no te acuerdes de nuestros pecados para siempre. Te pedimos que nos mires y veas que somos tu pueblo. Tus ciudades santas están destruidas. Sion es un desierto; sí, Jerusalén no es más que una ruina desolada.
Leer Isaías 64
Escuchar a Isaías 64
Compartir
Comparar todas las versiones: Isaías 64:8-10
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos