Stand: Coraje del libro de DanielMuestra

Por favor lee el capítulo 4 de Daniel antes de leer el devocional de hoy.

Daniel necesitó mucho valor para enfrentarse al rey, ya que podría haber muerto por decir la verdad. Él se paró ante el rey y lo confrontó por su pecado. Para muchos, las confrontaciones no son para nada fáciles. De hecho, la mayoría de la gente cae en dos extremos cuando se trata de confrontar a los que están actuando mal. O bien no están dispuestos a confrontar o su confrontación es poco amorosa.

Probablemente, haya alguien que necesitas confrontar por sus malas acciones. Puede ser una persona en el trabajo que proclama ser cristiano, pero maldice todo el tiempo, cuenta chistes sucios o mira a las mujeres con lujuria. Tal vez es un niño de tu escuela que va al grupo de jóvenes, pero va de fiesta el fin de semana y hace trampa en sus exámenes. Tal vez es un amigo que habla mucho de espiritualidad, pero abusa verbalmente a su familia.

Cuando confrontes a alguien por su pecado, no caigas en ninguno de los dos extremos, sino que hazlo en oración. Para hacer esto, hay dos cosas sobre las que deberías orar antes de confrontar. La primera es: “Dios, ayúdame a confrontar con el objetivo de restaurar”. La segunda es: “Dios, ayúdame a confrontar con precaución.”

Hoy, cuando termines de leer y orar, pregúntate: ¿A quién necesito confrontar? ¿Cómo lo haré en oración?