Viaje al pesebreMuestra

Caminado por fe

La Escritura nos recuerda que muchos hombres y mujeres justos no vieron la realización de su esperanza hasta que su fe fue probada con severidad. En algunos casos, durante su vida nunca vieron respuestas concretas a algunas de sus oraciones. Sin embargo, esto no les impidió creerle a Dios día tras día.

Por cuatro siglos no hubo escritura de profetas en Israel, aún así hombres y mujeres como Simeón y Ana, gente de Dios que esperaba con anticipación por el verdadero Mesías, aún manteniendo la creencia de que el Señor haría exactamente lo que Él habia dicho que haría. Ellos no perdieron la esperanza, aun en la vejez. No es de extrañar que ellos hayan reconocido inmediatamente al largamente esperado, cuando lo vieron en brazos de Su madre, aunque nadie más lo hizo.

No importó si esta joven familia era claramente pobre, llevando al templo el sacrificio de menos valor. Simeón y Ana reconocieron la realeza inmediatamente porque ellos estaban en constante comunión con Dios, caminando por fe y no por vista.

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