El Viaje del Legado Muestra

Guarda tu corazón.

Durante más de 20 años he enseñado a personas en la Universidad de Paz Financiera a proteger su plan financiero con cosas como fondos de emergencia y pólizas de seguro. Admito que esos no son los temas más glamurosos del mundo, pero son vitales para tus finanzas personales.

Aunque sigo creyendo en esos principios fundamentales, también sé que el Viaje del Legado te lleva a algo más profundo. Ciertamente necesitas proteger a tu familia ahora, pero también necesitas saber cómo salvaguardar tu legado para el futuro.

¡Y salvaguardar tu legado significa salvaguardar tu corazón!

Salomón lo tenía claro en Proverbios 4:23. Por encima de todo lo demás, tenemos que proteger nuestro corazón. ¿Por qué? Porque todo lo que hacemos y todo lo que somos tiene la raíz en nuestro corazón. Si no tenemos esto claro, nunca estableceremos un legado que nos sobreviva.

Proteger tu legado implica estar atento a cuatro relaciones clave. Primero, necesitas proteger tu legado personal. No importa que estés soltero o casado, debes proteger tu vida personal porque la integridad radical es un sello distintivo de las personas que tienen éxito.

Segundo, si estás casado, debes salvaguardar tu relación con tu cónyuge porque la construcción de un legado como pareja es crucial. Camináis de la mano a través del Viaje del Legado. Ese es el destino de Dios para vosotros, así que esa relación debe ser protegida.

Tercero, si tienes hijos, debes proteger a tus hijos porque representan tu legado como familia. Los derechos llevan a enfrentamientos familiares, así que tienes que enseñarles una sólida ética de trabajo y entrenarlos para manejar el dinero a la manera de Dios.

Por último, debes proteger tus relaciones con tus amigos y el resto de familiares. No quieres financiar la disfunción o permitir el mal comportamiento. Por lo tanto, establecer límites es increíblemente importante para proteger tu legado.

Nunca podrás construir nada de valor duradero sin administrar sabiamente las relaciones más cercanas a tu corazón. Tu cónyuge, tus hijos y las generaciones futuras dependen de ti. Protege tu legado caminando sabiamente para la gloria de Dios.