El Viaje del Legado Muestra

El regalo de un legado

Craig Groeschel, pastor de una de las iglesias más grandes de Estados Unidos, planteó una pregunta en la que he estado pensando mucho últimamente: «¿Por qué la única bendición de Dios por la que pedimos perdón es la riqueza?»

Esa es una muy buena pregunta. Y creo que sé la respuesta: ¡Muchas personas no entienden que la riqueza realmente es una bendición de Dios!

Vivimos en una cultura llena de voces tóxicas que hablan de la riqueza. Esas voces tratan de hacernos sentir culpables por hacer las cosas bien y prosperar gracias a nuestro duro trabajo. Según ellas, se supone que debemos sentirnos mal cuando nuestra productividad y nuestra creatividad conducen al éxito.

Hace treinta días comenzaste este viaje mirando Eclesiastés 5:19. Ahora has completado el círculo. Has aprendido acerca del poder de un legado y cómo dar esos primeros pasos hacia la construcción de algo que te sobrevivirá. Este es un buen momento para mirar otra vez las palabras de Salomón: ¡El dinero y la riqueza son regalos de Dios! Son recompensas al trabajo honesto.

Avanza en esa verdad.

Quiero desafiarte a que vayas contra las voces que te dicen que la riqueza es mala. Quiero que construyas riqueza y te jubiles con dignidad. Quiero que cambies tu árbol genealógico y transformes completamente tu comunidad. ¡Quiero que pienses en lo que el pueblo de Dios podría hacer por el reino de Dios si no tuvieran deudas y gestionaran el dinero de Dios de acuerdo a sus principios!

Solo recuerda que estás llamado a crear riqueza para el reino de Dios. No me interesa que acumules cosas o trates de usar cosas solo para hacerte feliz. Construir riqueza tiene que ver con administración, no con propiedad. No se trata de que te hagas rico; se trata de que Dios es rico y tú administras esa riqueza para su gloria.

Ese es el mensaje del Viaje del Legado. Has dado un gran primer paso con este devocional. ¡Ahora sigue caminando!

Para saber más sobre El Viaje del Legado, visita daveramsey.com/legacy.