Nuestro Pan Diario Edición Día 15Muestra

La cura para la futilidad

Una vez escuché entrevistas con sobrevivientes de la II Guerra Mundial. Los soldados recordaban como ellos pasaban un día en particular. Uno sentado en una trinchera; una o dos veces, un tanque alemán condujo y él le disparó. Otros jugaban cartas y así pasaban el tiempo. Unos pocos se veían envueltos en furiosos tiroteos. Principalmente, el tiempo pasaba como cualquier otro. Después aprendieron que habían sólo participado en una de los más largos y decisivos involucramientos de la guerra, la batalla de las Ardenas. No se sentía decisivo en ese momento porque ninguno tenía la imagen total.

Las grandes victorias son ganadas cuando gente ordinaria ejecuta sus tareas asignadas. Cuando los seguidores de Ignacio (1491-1556) soportaron períodos de futilidad, el siempre prescribió la misma cura: "En tiempos de desolación nunca debemos hacer un cambio, sino permanecer firmes y constantes en las resoluciones y determinación en las cuales estábamos el día antes de la desolaciones." Las batallas espirituales deben ser peleadas con las mismas armas más duras para desplegar en el tiempo: oración, meditación, auto examen, y arrepentimiento.

Puede ser que sientas que estás en un camino espiritual. ¡Permanece en tu tarea asignada! Obediencia a Dios --y sólo obediencia-- ofrece el camino fuera de nuestra futilidad. —Philip Yancey

Cuando las comodidades declinan,
Él nos garantiza el alma nuevamente
Una estación de claro resplandor,
Para alegrarnos después de la lluvia. —Cowper

Sientes que tu fe está desbaratándos, regresa desde donde caíste del paso de obediencia.