El Pentecostés Lo Cambió Todo

Tormenta en La Travesía

Madre, Tu Amor Refleja a Dios

Perseverar: Hechos 2

Actitudes de un Matrimonio Indivisible

7 Días En Busca De Dios.

Lidera con el Corazón de Dios

No Te Pierdas En Tus Emociones- La Metáfora Del Bosque

Mujer Sellada - Parte 1

7 Días Para Restaurar Tu Salud Emocional.

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 <div class="book bkNEH">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="NEH.3">
 <div class="label">3</div><div class="s1">Reconstrucci&#243;n de puertas y murallas</div><div class="p"> 1As&#237; pues, el sumo sacerdote Eliasib y sus hermanos, los sacerdotes, pusieron manos a la obra y reconstruyeron la Puerta de las Ovejas. La montaron y la consagraron y luego continuaron la obra de reconstrucci&#243;n hasta la Torre de Ciento y hasta la Torre de Jananel, obra que tambi&#233;n consagraron.#Jr 31,38; Za 14,10. 2Codo con codo con ellos trabajaron asimismo los de Jeric&#243; y Zacur, hijo de Imr&#237;. 3La familia de Sena&#225; construy&#243; la Puerta del Pescado, poniendo las vigas, montando las hojas de las puertas y colocando las cerraduras y las barras. 4Junto a ellos participaron en la restauraci&#243;n Meremot, hijo de Ur&#237;as y nieto de Cos, y tambi&#233;n Mesul&#225;n, hijo de Berequ&#237;as y nieto de Mesezabel, junto con Sadoc, hijo de Baan&#225;. 5Tambi&#233;n los teco&#237;tas colaboraron en la obra, si bien sus notables rehusaron participar en la obra de sus se&#241;ores. 6La Puerta Vieja fue restaurada por Joyad&#225;, hijo de Pas&#233;aj, y por Mesul&#225;n, hijo de Besod&#237;as, quienes pusieron las vigas y colocaron las hojas de las puertas con sus cerraduras y sus barras. 7Junto a ellos trabajaron Melat&#237;as, el gabaonita, y Jad&#243;n, el meronita, oriundos de Gaba&#243;n y de Misp&#225;, todos a expensas del gobernador del otro lado del &#201;ufrates. 8A su lado trabajaron tambi&#233;n Uziel, hijo de Jara&#237;as, del gremio de los orfebres, y Janan&#237;as, del gremio de los perfumeros. Todos estos restauraron la muralla de Jerusal&#233;n hasta el muro ancho. 9A su vez Refa&#237;as, hijo de Jur y jefe de la mitad del distrito de Jerusal&#233;n, 10junto con Jeda&#237;as, hijo de Jarumaf, en el tramo situado frente a su casa, con Jat&#250;s, hijo de Jasabn&#237;as,#3,23.28.30. 11con Malqu&#237;as, hijo de Jar&#237;n, y con Jasub, hijo de Pajat-Moab, restauraron el segundo sector hasta la Torre de los Hornos. 12Codo con codo junto a ellos, y acompa&#241;ado de sus hijas, particip&#243; en la restauraci&#243;n Sal&#250;n, hijo de Jalojes y jefe de la otra mitad del distrito de Jerusal&#233;n.</div><div class="p"> 13La Puerta del Valle la reconstruyeron Jan&#250;n y los habitantes de Zanoaj; la reedificaron y montaron las hojas de las puertas con sus cerraduras y sus barras, restaurando adem&#225;s medio kil&#243;metro de muralla, hasta la Puerta del Muladar. 14La Puerta del Muladar la restaur&#243; Malqu&#237;as, hijo de Recab, jefe del distrito de Bet Jaquer&#233;n; la reedific&#243; y coloc&#243; las hojas de sus puertas con sus cerraduras y sus barras. 15La Puerta de la Fuente la restaur&#243; Sal&#250;n, hijo de Coljoze, jefe del distrito de Misp&#225;. La reedific&#243;, puso las vigas, coloc&#243; las hojas de sus puertas con sus cerraduras, sus barras y restaur&#243; tambi&#233;n el muro del Estanque de Silo&#233;, junto al Huerto del Rey, hasta la escalinata por la que se baja de la ciudad de David.</div><div class="p"> 16Siguiendo sus pasos, Nehem&#237;as, hijo de Azbuc y jefe de la mitad del distrito de Bet Sur, continu&#243; la obra de restauraci&#243;n hasta llegar a los sepulcros de David, la alberca artificial y la Casa de los H&#233;roes.#2 Cr 32,33; Hch 2,29. 17El tramo siguiente, correspondiente a su sector, lo restauraron los levitas Rej&#250;n, hijo de Ban&#237; y Jasab&#237;as, jefe de la mitad del distrito de Queila. 18Prosiguieron la restauraci&#243;n sus parientes, entre ellos Bavay, hijo de Jenadad, gobernador de la otra mitad del distrito de Queila. 19Por su parte, Ezer, hijo de Josu&#233;, jefe de Misp&#225;, reconstruy&#243; el tramo del &#193;ngulo situado frente a la Subida de la Armer&#237;a; 20y Baruc, hijo de Zabay, restaur&#243; el tramo que va desde el &#193;ngulo hasta la entrada de la mansi&#243;n de Eliasib, el sumo sacerdote.</div><div class="p"> 21Continu&#243; el trabajo Meremot, hijo de Ur&#237;as y nieto de Cos que restaur&#243; el tramo que va desde la entrada de la mansi&#243;n de Eliasib hasta el final de la misma. 22Y tambi&#233;n colaboraron en la obra los sacerdotes residentes en la llanura. 23Benjam&#237;n y Jasub restauraron el tramo que estaba frente a su casa, mientras Azar&#237;as, hijo de Maas&#237;as y nieto de Anan&#237;as, hac&#237;a lo propio con el de la suya. 24Por su parte Binu&#237;, hijo de Jenadad, restaur&#243; el tramo que va desde la casa de Azar&#237;as hasta el rinc&#243;n del &#193;ngulo. 25Palal, hijo de Uzay, restaur&#243; el sector que est&#225; enfrente del &#193;ngulo y enfrente de la torre que sobresale en el palacio del Rey, la que da al patio de la c&#225;rcel.</div><div class="p">A continuaci&#243;n Peda&#237;as, hijo de Par&#243;s, 26y con &#233;l los donados que viv&#237;an en el &#211;fel restauraron en direcci&#243;n este hasta llegar frente a la Puerta de las Aguas y la torre que sobresale. 27Los teco&#237;tas repararon el tramo que est&#225; frente a la Gran Torre que sobresale hasta llegar al muro del &#211;fel, 28mientras los sacerdotes lo hicieron en el tramo que cada uno ten&#237;a frente a su casa a partir de la Puerta de los Caballos.</div><div class="p"> 29Despu&#233;s de ellos Sadoc, hijo de Imer, restaur&#243; el tramo que estaba frente a su casa, y Sema&#237;as, hijo de Secan&#237;as y guardi&#225;n de la Puerta Oriental, continu&#243; el trabajo. 30Janan&#237;as, hijo de Selem&#237;as, y Jan&#250;n, sexto hijo de Salaf, restauraron otro tramo de la muralla, mientras Mesul&#225;n, hijo de Berequ&#237;as, restauraba el tramo situado delante de su casa. 31Finalmente, Malqu&#237;as, del gremio de los orfebres, llev&#243; a cabo la restauraci&#243;n del tramo que se prolonga hasta la Casa de los Donados y de los Comerciantes, llegando frente a la Puerta de la Inspecci&#243;n y a la c&#225;mara alta del &#193;ngulo. 32Los orfebres y comerciantes, por su parte, restauraron el tramo comprendido entre la c&#225;mara alta del &#193;ngulo y la Puerta de las Ovejas.</div><div class="s1">Oposici&#243;n de los samaritanos</div><div class="p"> 33Al enterarse Sambalat de que est&#225;bamos reconstruyendo la muralla, se enfureci&#243; sobremanera y burl&#225;ndose de los jud&#237;os#2,10+. 34se expres&#243; en estos t&#233;rminos ante sus colegas y la guarnici&#243;n de Samar&#237;a:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; est&#225;n haciendo esos jud&#237;os muertos de hambre? &#191;Es que nadie se lo va a impedir? &#191;Volver&#225;n a ofrecer sacrificios? &#191;Ser&#225;n capaces de terminar la obra? Las piedras calcinadas &#191;recobrar&#225;n vida de entre los montones de escombros?</div><div class="p"> 35Tob&#237;as, el amonita, que estaba junto a &#233;l, coment&#243;:</div><div class="p">&#8212;Bastar&#225; que una zorra suba a la muralla que est&#225;n construyendo para que se desmorone.</div><div class="p"> 36[Entonces or&#233; al Se&#241;or]:</div><div class="p">&#8212;&#161;Escucha, Dios nuestro, c&#243;mo se burlan de nosotros! &#161;Que sus insultos se vuelvan contra ellos y que se conviertan en despojos humanos en un pa&#237;s que los esclavice! 37No toleres su iniquidad ni borres de tu presencia su pecado ante ti, pues se han ensa&#241;ado con los que reconstruyen la muralla.#ver Jr 18,23; Os 12,15; Sal 79,12.</div><div class="p"> 38Reconstruimos, pues, la muralla completando la obra hasta media altura, gracias a que el pueblo puso el coraz&#243;n en el empe&#241;o.</div>
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 <div class="book bkECC">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="ECC.10">
 <div class="label">10</div><div class="s1">Sabios y necios</div><div class="q"> 1Una mosca muerta pudre un perfume;</div><div class="q">un poco de necedad cuenta m&#225;s que sabidur&#237;a y honor.</div><div class="q"> 2El sabio tiene la mente en su sitio,</div><div class="q">el necio la tiene trastocada.</div><div class="q"> 3El necio, falto de seso,</div><div class="q">llama tonto a todo el que encuentra.</div><div class="q"> 4Si el jefe se enfurece contra ti,</div><div class="q">no abandones tu puesto,</div><div class="q">porque la mesura evita errores graves.</div><div class="q"> 5He observado otra desgracia bajo el sol,</div><div class="q">un desacierto propio de la autoridad:</div><div class="q"> 6la necedad encumbrada en altos puestos,</div><div class="q">mientras los que valen se sientan abajo.</div><div class="q"> 7He visto esclavos a caballo</div><div class="q">y pr&#237;ncipes que iban a pie, como esclavos.#Pr 19,10; 30,22.</div><div class="q"> 8El que cava una fosa, cae en ella;</div><div class="q">al que derriba un muro, le muerde una serpiente.#Sal 7,15-16; Pr 26,27.</div><div class="q"> 9El que saca piedras, se lastima con ellas;</div><div class="q">el que corta le&#241;a, puede hacerse da&#241;o.</div><div class="q"> 10Si se embota el hacha</div><div class="q">y no se afilan sus caras,</div><div class="q">hay que redoblar esfuerzos.</div><div class="q">El &#233;xito est&#225; en usar la sabidur&#237;a.</div><div class="q"> 11Si la serpiente muerde</div><div class="q">porque no ha sido encantada,</div><div class="q">no hay ganancia para el encantador.</div><div class="q"> 12Las palabras del sabio provocan la estima,</div><div class="q">las del necio causan su ruina.#Pr 10,32; 15,2.</div><div class="q"> 13El comienzo de su discurso es necedad;</div><div class="q">su conclusi&#243;n, fatal desvar&#237;o.</div><div class="q"> 14El necio habla demasiado</div><div class="q">y como nadie conoce el futuro,</div><div class="q">nadie le anunciar&#225; lo que ha de suceder.</div><div class="q"> 15El trabajo hast&#237;a tanto al necio,</div><div class="q">que ni siquiera sabe c&#243;mo ir a la ciudad.</div><div class="s1">Sabidur&#237;a cortesana</div><div class="q"> 16&#161;Ay del pa&#237;s donde reina un muchacho,</div><div class="q">y cuyos nobles banquetean de madrugada!</div><div class="q"> 17&#161;Dichoso el pa&#237;s donde reina un noble</div><div class="q">y cuyos pr&#237;ncipes comen a su hora,</div><div class="q">para recobrar fuerzas y no para emborracharse! #Pr 31,4-5.</div><div class="q"> 18Al perezoso se le hunde el techo,</div><div class="q">al ocioso se le llena la casa de goteras.</div><div class="q"> 19Para divertirse se celebran banquetes,</div><div class="q">el vino alegra la vida</div><div class="q">y el dinero todo lo arregla.#ver Jue 9,13; Sal 104,15.</div><div class="q"> 20Ni en tu fuero interno maldigas al rey,</div><div class="q">ni en tu propia alcoba maldigas al rico;</div><div class="q">porque un p&#225;jaro del cielo correr&#225; la voz</div><div class="q">y un ser alado contar&#225; el asunto.#Ex 22,27; Lc 12,2-3.</div>
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La Palabra (versión española)

<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkACT">
 <div class="chapter ch13" data-usfm="ACT.13.44+ACT.13.45+ACT.13.46+ACT.13.47+ACT.13.48+ACT.13.49+ACT.13.50+ACT.13.51+ACT.13.52">
 <div class="p">44El s&#225;bado siguiente se congreg&#243; casi toda la ciudad para escuchar el mensaje del Se&#241;or. 45Pero al ver los jud&#237;os tal multitud, se llenaron de envidia y trataban de contrarrestar con insultos los razonamientos de Pablo.#14,2; 18,6. 46En vista de ello, Pablo y Bernab&#233; les dijeron sin miramientos:</div><div class="p">&#8212;Era nuestro deber anunciaros primero a vosotros el mensaje de Dios. Pero ya que lo rechaz&#225;is y vosotros mismos os descalific&#225;is para la vida eterna, nos dedicaremos de lleno a los no jud&#237;os.#3,26; 18,6; 19,8-9; Lc 7,30. 47As&#237; nos lo ha indicado el Se&#241;or:</div><div class="b"></div><div class="q"> Te he puesto como luz de las naciones</div><div class="q"> y como portador de salvaci&#243;n</div><div class="q"> para el mundo entero.#Is 49,6.</div><div class="b"></div><div class="p"> 48Cuando los no jud&#237;os oyeron esto, se alegraron sobremanera y no cesaban de alabar el mensaje del Se&#241;or. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna abrazaron la fe. 49El mensaje del Se&#241;or se extendi&#243; por toda aquella regi&#243;n. 50Pero los jud&#237;os excitaron los &#225;nimos de las damas piadosas y distinguidas, as&#237; como de los altos personajes de la ciudad, y organizaron una persecuci&#243;n contra Pablo y Bernab&#233; hasta conseguir arrojarlos de su territorio.#17,4.12. 51Estos, a su vez, sacudieron contra ellos el polvo de sus pies en se&#241;al de protesta y emprendieron la marcha hacia Iconio, 52en tanto que los disc&#237;pulos quedaban muy gozosos y llenos del Esp&#237;ritu Santo.#8,8; 1 Ts 1,6.</div>
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 <div class="book bkACT">
 <div class="chapter ch14" data-usfm="ACT.14">
 <div class="label">14</div><div class="s1">En Iconio</div><div class="p"> 1En Iconio acudieron tambi&#233;n a la sinagoga jud&#237;a y hablaron con tal persuasi&#243;n, que fueron muy numerosos tanto los jud&#237;os como los griegos que se convirtieron. 2Pero los jud&#237;os, reacios a dejarse convencer, soliviantaron a los no jud&#237;os, tratando de enemistarlos con los hermanos creyentes.#13,5.45 (ver 1 Ts 2,14). 3No obstante, Pablo y Bernab&#233; permanecieron all&#237; por alg&#250;n tiempo hablando resueltamente acerca del Se&#241;or, quien confirmaba el mensaje de bendici&#243;n con las se&#241;ales milagrosas y los prodigios que realizaba por medio de ellos.#2,43; 19,11; Mc 16,20; Heb 2,4. 4As&#237; las cosas, se dividi&#243; la poblaci&#243;n en dos bandos: uno era partidario de los jud&#237;os; el otro, de los ap&#243;stoles. 5Pero jud&#237;os y no jud&#237;os se confabularon, en connivencia con las autoridades, para maltratar y apedrear a Pablo y Bernab&#233;.#14,19; 2 Tm 3,11. 6Estos, al enterarse de lo que tramaban, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a la regi&#243;n vecina, 7donde igualmente anunciaron la buena nueva.</div><div class="s1">En Listra</div><div class="p"> 8Hab&#237;a en Listra un tullido, cojo de nacimiento, que nunca hab&#237;a podido valerse de sus pies.#3,2-9; Mt 9,1-8.28; Mc 2,1-12; Jn 9,1. 9Estaba escuchando con atenci&#243;n las palabras de Pablo, cuando este fij&#243; su mirada en &#233;l y percibi&#243; que ten&#237;a bastante fe para ser sanado. 10Le dijo entonces en voz alta:</div><div class="p">&#8212;&#161;Lev&#225;ntate y ponte derecho sobre tus pies!</div><div class="p">&#201;l dio un salto y ech&#243; a andar. 11Cuando la gente vio lo que Pablo hab&#237;a hecho, comenz&#243; a gritar en su idioma lica&#243;nico:</div><div class="p">&#8212;&#161;Los dioses han bajado a nosotros en forma humana!#28,6.</div><div class="p"> 12Llamaron Zeus a Bernab&#233; y Hermes a Pablo, por ser el portavoz. 13En esto, el sacerdote de Zeus, cuyo templo estaba a la entrada de la ciudad, llev&#243; ante las puertas de la ciudad toros adornados con guirnaldas y, en uni&#243;n de la muchedumbre, quer&#237;a ofrecerles un sacrificio. 14Pero al darse cuenta de ello, los ap&#243;stoles Bernab&#233; y Pablo rasgaron sus vestidos en se&#241;al de desaprobaci&#243;n y corrieron hacia la multitud gritando:</div><div class="p"> 15&#8212;&#191;Qu&#233; vais a hacer? &#161;Somos hombres mortales como vosotros! Hemos venido a anunciaros el evangelio para que dej&#233;is esas vanas pr&#225;cticas y os convirt&#225;is al Dios vivo, que cre&#243; el cielo, la tierra, el mar y todo lo que contienen.#14,5; Gn 1,1-31; Ex 20,11; Sal 146,6; 2 Co 11,25; 2 Tm 3,11. 16&#201;l permiti&#243; en &#233;pocas pasadas que todas las naciones siguieran su propio camino; 17aunque, en verdad, no sin dejarles muestras palpables de su bondad. &#201;l os ha enviado desde el cielo lluvias abundantes y tiempo favorable a las cosechas, os ha saciado de alimentos y ha colmado de alegr&#237;a vuestros corazones.</div><div class="p"> 18Estas palabras les sirvieron, aunque a duras penas, para evitar que la multitud les ofreciera un sacrificio.</div><div class="p"> 19Llegaron, sin embargo, algunos jud&#237;os de Antioqu&#237;a de Pisidia y de Iconio, que lograron ganarse a la muchedumbre, hasta el punto de que apedrearon a Pablo y lo sacaron fuera de la ciudad, d&#225;ndolo por muerto. 20Pero, cuando los disc&#237;pulos se juntaron en torno a &#233;l, se levant&#243; y regres&#243; a la ciudad. Al d&#237;a siguiente march&#243; con Bernab&#233; hacia Derbe.</div><div class="s1">Regreso a Antioqu&#237;a de Siria</div><div class="p"> 21Despu&#233;s de haber anunciado la buena nueva en aquella ciudad y de haber hecho muchos disc&#237;pulos, volvieron a Listra, Iconio y Antioqu&#237;a de Pisidia, 22animando de paso a los creyentes y exhort&#225;ndolos a permanecer firmes en la fe: &#171;Para entrar en el reino de Dios &#8212;les advert&#237;an&#8212; nos es necesario pasar por muchos sufrimientos&#187;.#13,43; 1 Ts 3,3. 23Nombraron tambi&#233;n dirigentes en cada iglesia y, haciendo oraci&#243;n y ayuno, los encomendaron al Se&#241;or, en quien hab&#237;an depositado su fe.#11,30; 13,3; 20,28 (ver Tt 1,5).</div><div class="p"> 24Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia. 25Anunciaron el mensaje en Perge y bajaron a Atal&#237;a. 26Se embarcaron all&#237; para Antioqu&#237;a de Siria, donde los hab&#237;an confiado a la protecci&#243;n de Dios para la misi&#243;n que acababan de cumplir.#10,45; 11,18; 13,1-2.48; 15,4.12; 21,19.</div><div class="p"> 27A su llegada, reunieron en asamblea a la iglesia e informaron ampliamente de todo lo que Dios hab&#237;a realizado por mediaci&#243;n de ellos y de c&#243;mo se hab&#237;a mostrado favorable a que tambi&#233;n los no jud&#237;os abrazasen la fe. 28Pablo y Bernab&#233; pasaron all&#237; una buena temporada con los dem&#225;s disc&#237;pulos.</div>
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 <div class="book bk1PE">
 <div class="chapter ch5" data-usfm="1PE.5">
 <div class="label">5</div><div class="ms1">IV. Consejos diversos (5,1-14)</div><div class="s1">A los dirigentes de la Iglesia</div><div class="p"> 1Esto es lo que pido a vuestros dirigentes yo, que comparto con ellos la tarea y soy testigo de la pasi&#243;n de Cristo y part&#237;cipe de la gloria que est&#225; a punto de revelarse:#Hch 11,30; 14,23; 15,2.4.6; 16,4; 20,17; 1 Tm 5,17; Tt 1,5-9. 2apacentad el reba&#241;o de Dios confiado a vuestro cargo; velad sobre &#233;l, no a la fuerza o por una rastrera ganancia, sino gustosamente y con generosidad, como Dios quiere#5,2: como Dios quiere: Varios manuscritos, alguno de valor, omiten tanto esta expresi&#243;n como el velad anterior. ;#Jn 21,15-17; Hch 20,28 (ver Tt 1,11). 3no como dictadores sobre quienes est&#233;n a vuestro cargo, sino como modelos del reba&#241;o.#1 Co 4,16; 11,1; 2 Co 1,24; Flp 3,17; 1 Tm 4,12; Tt 2,7. 4Y el d&#237;a en que se manifieste el Pastor supremo recibir&#233;is el premio imperecedero de la gloria.#2,25 (ver Mt 9,36; 26,31; Lc 15,3-7).</div><div class="s1">A los fieles</div><div class="p"> 5En cuanto a vosotros, j&#243;venes, respetad a vuestros mayores. Que la sencillez presida vuestras mutuas relaciones, pues Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes.#Pr 3,34 (seg&#250;n la versi&#243;n griega de los LXX); Jb 22,29; Stg 4,6 (ver Mt 23,12; Lc 1,52; 14,11; 18,14). 6As&#237; que someteos al poder de Dios, para que &#233;l os encumbre en el momento oportuno. 7Confiadle todas vuestras preocupaciones, ya que &#233;l se preocupa de vosotros.#Sal 55,6; Mt 6,25-30. 8No os dej&#233;is seducir ni sorprender. Vuestro enemigo el diablo ronda como le&#243;n rugiente buscando a qui&#233;n devorar.#Sal 22,13; 1 Ts 5,6; 2 Tm 4,17. 9Resistidlo firmes en la fe, conscientes de que vuestros hermanos dispersos por el mundo soportan los mismos sufrimientos.#Ef 6,11; Stg 4,7. 10Y Dios, fuente de todo bien, que os ha llamado a compartir con Cristo su gloria eterna, despu&#233;s de estos breves padecimientos, os restablecer&#225;, os confirmar&#225;, os fortalecer&#225; y os colocar&#225; sobre una base inconmovible.#1 Ts 2,12. 11Suyo es el poder para siempre. Am&#233;n.</div><div class="s1">Saludos finales</div><div class="p"> 12Por medio de Silvano, a quien considero hermano de vuestra total confianza, os he escrito brevemente para animaros y aseguraros que esta es la verdadera gracia de Dios. &#161;Manteneos en ella!</div><div class="p"> 13Os saluda la iglesia de Babilonia, a la que Dios ha elegido, lo mismo que a vosotros. Tambi&#233;n os saluda mi hijo Marcos.#ver nota a Hch 12,12. 14Saludaos mutuamente con un beso de amor fraternal. Paz a todos los que viv&#237;s unidos a Cristo.#Rm 16,16; 1 Co 16,20; 2 Co 13,12; 1 Ts 5,26 (ver Mt 26,48-49; Lc 7,45; Hch 20,37).</div>
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