El Dios Que Adoramos 2Muestra

Día 5: Dios es inmutable: Más firme que la torre Eiffel

“Cambia, todo cambia”, dice una popular canción; el autor quizá se inspiró al vivir en un mundo que no es como una fotografía. Este mundo, incluyendo sus habitantes, es cambiante. No hay nada que sea estático: el mundo gira, lo que hace que tengamos día y noche. Algunos países tienen cuatro estaciones durante el año, eso modifica la ropa que usan, sus rutinas diarias, sus trabajos, etc. La tecnología se perfecciona todos los días; lo que ayer considerábamos como un gran avance tecnológico, hoy ya es obsoleto. Nosotros mismos somos cambiantes, cambia nuestra apariencia, nuestra percepción de la vida, nuestras opiniones, gustos y pasatiempos. No hay nada que puedas pensar en este mundo que no esté sujeto al cambio, todo excepto Dios. La batalla mental para entender que Dios ha sido el mismo desde el inicio de los tiempos es fuerte. En nuestra mente finita no es posible que Dios hoy me ame y mañana me siga amando igual, ni más ni menos, igual que siempre. Dado que nuestras emociones fluctúan con las circunstancias, nos cuesta entender que las de Dios no. Dado que nos cuesta descansar en el hecho de que Dios no cambia, esto nos puede llevar a estar ansiosos, ser inseguros y vivir desconfiados. Acercarnos a Él puede resultarnos difícil por el temor a no saber con qué nos vamos a encontrar.

Hoy comprenderemos lo que significa que Dios no cambia y qué implicaciones tiene eso para nosotros quienes sí somos cambiantes.

1.Dios es inmutable en sus atributos.

Dios no sería Dios y no sería perfecto si sus atributos cambiaran (Santiago 1:17). Su poder es insuperable, su santidad es imperturbable, su fidelidad es inquebrantable, su amor es eterno, su bondad es sorprendente. Dios no puede dejar de ser porque Él existe en sí mismo y no depende de nada ni de nadie para su existencia. En Malaquías 3:6, el profeta escribe: Porque yo Jehová no cambio. Esto es esperanzador para nosotros que cambiamos con las circunstancias y con el paso del tiempo. Para alguien que sufre de ansiedad, es bueno saber que las acciones de Dios son predecibles, siempre sabremos qué esperar de Él, porque ha sido consistente con sus atributos hasta el día de hoy y lo seguirá siendo.

2.Dios es inmutable en sus propósitos y sus promesas.

La inmutabilidad de Dios también se refleja en que sus propósitos y promesas no cambian, tal como lo dice Job 23:13: Pero una vez que Él haya tomado su decisión, ¿quién podrá hacerlo cambiar de parecer? Lo que quiere hacer, lo hace (NTV). El texto de Isaías dice que sus planes se cumplirán, por encima de lo que sea, esto es consistente con toda la narrativa bíblica, es una muestra de la inmutabilidad de Dios. Una vez su palabra sale de su boca hay garantía de cumplimiento, nada puede impedirle que Él cumpla.

Frente a esta verdad de la inmutabilidad de Dios podemos responder, por lo menos, con cuatro acciones:

• Confiar: si todo a nuestro alrededor cambia, descansamos seguros que Dios no lo hace. Dicen que la pandemia nos cambió, pero Dios está por encima de eso porque nada lo mueve. 25Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. 26 Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. 27 Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin (Salmo 102:25-27).

• Permanecer: es cierto que nunca llegaremos a ser como Él en este sentido (por lo menos no aquí en la tierra), pero su carácter nos desafía a permanecer firmes en nuestras convicciones, fe y decisiones, no dejando que el mundo nos arrastre y conquiste. Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto (Romanos 12:2).

• Temer: no hablamos de miedo aterrador, es más bien una actitud reverente de adoración hacia quien es Dios. Todos sus atributos permanecen intactos a pesar de nosotros, eso es sorprendente y puede resultarnos incomprensible. Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma?(Deuteronomio 10:12).

• Cambiar: Dios no tiene que cambiar, Él es perfecto. Nosotros sí necesitamos cambiar para estar delante de un Dios inmutable. Es necesario que nos traslade del reino de las tinieblas al reino de la luz admirable, porque esa es la única forma en la que lo podremos ver. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí (Salmo 51:10).