40 Principios escriturales para un ministerio saludableMuestra
3. La fuerza espiritual depende de la consagración a Dios.
La santidad del líder es más importante que su oración, pues sin santidad las oraciones no serán escuchadas, Isaías 59:2. La santidad te da acceso a la presencia de Dios. Josué estaba protegido porque era obediente pero no fue sino hasta el momento en que el ángel mudó sus ropas sucias en señal de santificación que Dios dijo: “podrás entrar libremente a mi templo como los ángeles que están aquí”, Zacarías 3:7 (PDT). Un Dios santo solo puede tener comunión con una persona santa: “... Procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor”, Hebreos 12:14 (NTV). La fuerza de Sansón no se debía a su larga cabellera sino a lo que ésta simbolizaba: “El cabello que lleva sobre su cabeza es símbolo de su consagración a Dios”, Números 6:7 (NTV). El poder espiritual y la pureza son inseparables. Comparemos a Sansón con Balaam. Sansón reveló el secreto de su fuerza a Dalila, y Balaam le descubrió a Balac el secreto del poder espiritual de Israel. Número 22 registra la historia de un rey llamado Balac quién contrató los servicios del profeta Balaam para que maldijera al pueblo de Israel, pero Dios no lo permitió. Dios protegía a Israel porque era santo. Balaam no podía maldecir a Israel entonces, para no perder la recompensa, concibió un plan diabólico. Le enseñó a Balac la forma en que Israel perdería la presencia y la bendición de Dios. Le aconsejó que sus mujeres sedujeran a los hombres de Israel a cometer inmoralidad sexual, Apocalipsis 2:14. Balaam le dio a Balac el código secreto para que Israel perdiera la presencia y por ende la protección: “Los israelitas tuvieron relaciones sexuales prohibidas con las mujeres moabitas... Ellas los invitaron a sus fiestas. Allí comieron juntos y adoraron a los dioses de los moabitas. Fue así como el pueblo de Israel adoró al dios Baal-peor. Entonces Dios se enojó muchísimo”, Números 25:1-3 (TLA). La mayor derrota de Israel fue perder la presencia de Dios. Es como si Balaam le dijera: “Si puedes lograr que ellos pierdan la santidad, perderán a Dios y también su bendición”. La falta de santidad aleja a Dios de nuestra vida. “El Señor... anda por tu campamento para protegerte... Por eso tu campamento debe ser un lugar santo; si el Señor ve algo indecente, se apartará de ti”, Deuteronomio 23:14 (BAD).
Acerca de este Plan
40 días que te enseñarán principios escriturales para tener una vida, familia y ministerio bendecido, saludable, lleno de presencia y guiado por el Señor.
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar