Manos en La BibliaMuestra

Manos que cosechan

La historia de Rut es un testimonio inspirador de trabajo arduo, dedicación y la providencia de Dios. Rut, una moabita, decidió acompañar a su suegra Noemí de regreso a Belén después de la muerte de sus maridos. Con valentía y determinación, ella fue a trabajar en los campos para sostenerse a sí misma y a Noemí. Sus manos diligentes cosecharon espigas de cebada y trigo, un trabajo humilde, pero vital para su supervivencia.

El trabajo de Rut no pasó desapercibido. Booz, un pariente de Noemí y un hombre de carácter noble, reconoció el esfuerzo y la lealtad de Rut. Él proporcionó protección y sustento para ella, y eventualmente, se convirtió en su redentor, casándose con ella y garantizando un futuro seguro para Rut y Noemí. El trabajo arduo y la fidelidad de Rut abrieron puertas para la redención y bendición, no solo para ella, sino también para su suegra.

La historia de Rut nos enseña la importancia de trabajar con diligencia y fe, incluso en las tareas más humildes. Nuestras manos pueden cosechar grandes bendiciones cuando trabajamos con dedicación y un corazón agradecido. Dios ve nuestros esfuerzos y, muchas veces, usa nuestro trabajo fiel como un canal para Sus bendiciones.

Desafío:

Cosecha los frutos de tu trabajo con gratitud. Mira a tu alrededor y reconoce las bendiciones que han venido a través de tu esfuerzo y dedicación. Agradece a Dios por las oportunidades que Él te ha dado y continúa trabajando con diligencia y fe, confiando en que Él tiene planes para bendecirte y prosperarte a través de tu trabajo.

Oración:

Señor, gracias por las oportunidades que me das de trabajar y cosechar los frutos. Ayúdame a ser diligente y fiel en todo lo que hago, y a reconocer Tus bendiciones en mi vida. Que pueda trabajar con un corazón agradecido, sabiendo que cada esfuerzo hecho con fe y dedicación es visto por Ti y puede ser usado para Tu gloria. Amén.

En este devocional, somos inspirados por la historia de Rut a valorar el trabajo de nuestras manos y a reconocer que, a través de la diligencia y fidelidad, Dios puede bendecirnos y usar nuestro trabajo para realizar Sus propósitos. Que podamos siempre cosechar con gratitud y trabajar con la confianza de que Dios está con nosotros en cada tarea, grande o pequeña.