Cómo Aplicar Las Escrituras AdecuadamenteMuestra
Oidores olvidadizos
¿Se ha implantado la Palabra de Dios en tu vida? La forma en que continúes escuchando la Palabra de Dios responderá a esa pregunta. Incluso si te encanta escuchar sermones y leer fielmente la Biblia y libros sobre teología, si no estás practicando lo que escuchas, no estás recibiendo la Palabra de Dios en tu corazón.
Santiago dice que tal persona es «semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural» (Santiago 1:23). Santiago nos está dando una analogía; antes de pasar a la aplicación espiritual, él quiere que usemos la ilustración natural, algo que sucede en el mundo todo el tiempo.
Un espejo en el primer siglo no estaba hecho de vidrio; estaba hecho de metal pulido, como plata o bronce. No había claridad en la reflexión. La persona tenía que mirar cuidadosamente y en diferentes ángulos para tener una idea de cómo se veía frente a los demás. Santiago dice que las vistas en el espejo no duran mucho tiempo. Después de mirarte en un espejo, no tardarás mucho en olvidar lo que viste. Podemos relacionarnos con esta ilustración, aunque ahora tenemos mejores espejos. Es fácil olvidar lo que vimos en el espejo la primera vez que nos miramos; por eso volvemos y volvemos a mirar. Puede haber algo en nuestra persona que necesite ser ajustado o acomodado.
El espejo es la Palabra de Dios. Pero a diferencia de los espejos del primer siglo, cuando miramos cuidadosamente en su Palabra, vamos a ver con claridad. Vemos lo que la Palabra revela; vemos áreas de nuestra vida que necesitan cambio, arrepentimiento y acción. Dios trata con nuestros corazones a través de la convicción y el dolor. Escuchamos sobre los pasos que debemos tomar, pero si solo somos oyentes, nos alejamos y olvidamos lo que tenemos que hacer. Ese es el engaño que está en nuestras vidas cuando escuchamos su Palabra de esta manera. Vivimos como si todo estuviera bien, pero no lo está.
Hebreos 4:12 nos dice que no hay ningún problema con el espejo, la Palabra de Dios. Nos muestra las partes más profundas de nuestra alma de una manera que ningún otro instrumento lo puede hacer. Vamos por la vida con puntos ciegos significativos porque no tomamos medidas en lo que el Señor nos muestra. Eso conduce a una mayor ceguera, que es mortal. Cuando solo somos oidores, nos engañamos a nosotros mismos respecto a la enseñanza de las Escrituras. Olvidamos lo que vemos.
Acerca de este Plan
Dios nos dio su Palabra, no sólo para que la conozcamos, sino para que la vivamos. Debemos escuchar las Escrituras primero en su contexto y entorno apropiados para entender su significado. Una vez que entendemos el significado original, podemos aplicarlo a diferentes situaciones de nuestra vida. Adoramos a Dios cuando aplicamos los principios que Él nos da en su Palabra y Él nos bendice por ello.
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Nos gustaría agradecer a El Centro por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://straighttruth.net/