¿Quién va Al Cielo?Muestra

Hoy quiero hablarte sobre algo crucial para nuestra vida espiritual: nuestra relación con Jesús. En Mateo 23:1-3, Jesús advierte a la gente y a sus discípulos sobre los fariseos, los líderes religiosos de su tiempo, quienes enseñaban la ley pero no la practicaban. Esta advertencia de Jesús es una poderosa llamada de atención para nosotros hoy.

Los fariseos eran vistos como los más justos y religiosos de su época. Sin embargo, Jesús señaló que aunque enseñaban la ley de Moisés, no vivían conforme a ella. Hacían grandes alardes de su piedad, pero en sus corazones y acciones diarias, no reflejaban la justicia y la misericordia de Dios. Esto nos muestra que simplemente hacer buenas obras o seguir rituales religiosos no es suficiente para entrar al cielo.

Jesús nos desafía a mirar más allá de las apariencias externas de bondad y justicia. Lo que realmente importa es nuestra relación con Él y nuestra dependencia de su gracia y perdón. No se trata de cuántas buenas obras hacemos o de cuán perfecto intentemos ser por nuestra cuenta. Se trata de reconocer nuestra necesidad de Jesús, confiar en Él y permitir que Su amor y gracia transformen nuestra vida desde dentro.

Reflexiona sobre tu relación con Jesús esta semana. ¿Estás más enfocado en hacer buenas obras para ganar la aprobación de Dios o de los demás? Es fácil caer en la trampa de querer parecer buenos ante los ojos de los demás, pero Jesús nos llama a una autenticidad que va más allá de las apariencias.

Dedica tiempo en oración, pidiendo a Dios que te ayude a centrarte en tu relación con Él. Reconoce las áreas en tu vida donde te has enfocado más en las apariencias externas de bondad que en una verdadera relación con Jesús. Pide a Dios que te guíe y te dé la fuerza para depender de Su gracia y no de tus propios méritos.

Busca oportunidades para practicar una fe auténtica esta semana. Tal vez sea mostrando misericordia a alguien que lo necesita, perdonando a quien te ha ofendido, o dedicando más tiempo en comunión con Dios en oración y lectura de Su Palabra. Recuerda que lo que realmente importa no es lo bueno que seas, sino en quién confías. Que tu vida refleje una dependencia total en Jesús y Su gracia transformadora.

Preguntas de Análisis:

1. ¿Cómo te sientes al saber que Jesús criticó a aquellos que parecían buenos pero no vivían según sus enseñanzas?
2. ¿En qué áreas de tu vida estás más enfocado en las apariencias externas de bondad que en una verdadera relación con Jesús?