¿Quién va Al Cielo?Muestra
Hoy quiero hablarte de algo que puede cambiar tu perspectiva sobre la vida y la eternidad: nuestra propia justicia. En nuestra sociedad, es común pensar que solo los "buenos" van al cielo. Pero quiero que consideres esta verdad bíblica: "No hay ni un solo justo, ni siquiera uno" (Romanos 3:10).
Esto puede sonar duro, pero es crucial para entender nuestra necesidad de Jesús. La Biblia nos dice claramente que ninguno de nosotros es justo por nuestras propias fuerzas. Nuestra moral y estándares de bondad pueden cambiar con el tiempo y las culturas, pero la justicia de Dios es constante y perfecta. Comparado con esa perfección, todos fallamos.
Imagínate por un momento que dependieras solo de tus esfuerzos para entrar al cielo. ¿Cuántas veces has fallado en hacer lo correcto? ¿Cuántas veces has pensado que no eres tan malo como otros? La realidad es que, según la Biblia, no podemos ser suficientemente buenos por nosotros mismos. Aquí es donde entra la gracia increíble de Jesús.
Jesús vino a la tierra para vivir la vida perfecta que nosotros no podíamos vivir y morir la muerte que merecíamos por nuestros pecados. Él tomó nuestro lugar para que, al confiar en Él, podamos tener la justicia que no podríamos alcanzar por nosotros mismos. Nuestra entrada al cielo no depende de nuestra bondad, sino de nuestra fe en Jesús y en lo que Él hizo por nosotros.
Esta semana, quiero desafiarte a reflexionar profundamente en estas preguntas. Reconocer que nuestra bondad no es suficiente puede ser liberador. Nos lleva a depender más en Jesús y su sacrificio, en lugar de nuestros propios esfuerzos.
Toma tiempo cada día para identificar áreas de tu vida donde has estado confiando en tu propia bondad. Pide a Dios que te muestre esas áreas y te ayude a trasladar esa confianza a la gracia y justicia de Jesús. Ora pidiendo a Dios que te fortalezca en tu fe y que te recuerde que tu valor y tu futuro están asegurados no por lo que has hecho, sino por lo que Jesús ha hecho por ti.
Oración:
Señor Jesús, gracias por tu increíble sacrificio. Gracias porque a través de ti, tengo la justicia que no podría alcanzar por mí mismo. Ayúdame a confiar más en ti y menos en mis propios esfuerzos. Revela las áreas en mi vida donde dependo de mi propia bondad y enséñame a depender completamente de tu gracia y justicia. Amén.
Conclusión:
Recuerda, la entrada al cielo no está determinada por lo que eres, sino por en quién confías. Deja que esta verdad transforme tu vida y tu relación con Dios. Confía en Jesús y vive cada día en la libertad y seguridad de su gracia.
Preguntas de Análisis:
- ¿Cómo cambia tu perspectiva de la bondad y la justicia al saber que nadie es verdaderamente justo según la Biblia?
- ¿Qué te motiva más: intentar ser "bueno" por tus propios esfuerzos o depender de la justicia y gracia de Jesús?
Escritura
Acerca de este Plan
Descubre en este devocional del pastor Pablo Mora quiénes son los elegidos para entrar al cielo. Explora la fe, la salvación y la vida en Cristo. Reflexiona sobre cómo nuestras acciones reflejan nuestra fe y compromiso con Dios. Esta profunda reflexión te inspirará a fortalecer tu relación con Dios y a caminar hacia la vida eterna. ¡No te lo pierdas, tu alma lo agradecerá!
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Nos gustaría agradecer a Tu Iglesia por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.tuiglesia.org/