Vivir Sin AgobioMuestra

EL CUERPO DE CRISTO SE CUIDA, AYUDA, ACONSEJA, EXHORTA Y DISCIPULA. ES LA BELLEZA DE TENER UNA FAMILIA EN LA FE.

Hemos aprendido qué es el agobio, por qué nos sucede, qué dice Dios y cómo nos libera de sus garras. Ahora, como buenas discípulas de Cristo, no nos quedamos con esto para nosotras, sino que, siendo la santificación un regalo de gracia, de gracia enseñamos a otras.

A una amiga que esté pasando por problemas económicos recuérdale:

«Mejor es poco con temor del Señor, que gran tesoro con turbación» (Pr 15:16).

A una amiga que esté atravesando un problema interno y que la ha tenido cansada por mucho tiempo, recuérdale:

«¿Por qué te desesperas, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues lo he de alabar otra vez. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!» (Sal 42:11).

A una amiga que lucha con pensamientos ansiosos que la agobian todo el tiempo, ayúdala a meditar en la Palabra de Dios:

«Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús» (Fil 4:6-7).

A una amiga que esté sufriendo por enfermedad o por una relación rota que la ha tenido sin esperanza, recuérdale:

«Me gozaré y me alegraré en Tu misericordia, porque Tú has visto mi aflicción; has conocido las angustias de mi alma, y no me has entregado en manos del enemigo; Tú has puesto mis pies en lugar espacioso» (Sal 31:7-8).

Sobre todo, enséñales a confiar en Dios con un corazón agradecido. Lo primero que olvidamos es ser agradecidas con la situación en la que Dios nos ha puesto, no la vemos como una oportunidad para glorificar a Dios. Esforcémonos por obedecer la Palabra sostenidas del Espíritu Santo que no nos abandona. Dejemos el agobio y confíemos en Dios cada día.

• Aprende: ¿Qué aprendiste en este devocional?
• Vive: ¿Consideras que debes estar completamente libre del agobio para compartir con otras? Lee Mateo 28:19-20. ¿Qué debemos enseñar a otras? ¿Cómo lo estás haciendo? Memoriza Colosenses 3:15-16 y vívelo.
• Lidera: Comparte este devocional con otra mujer o con tu grupo de mujeres.

Oración

Amado Padre, gracias porque providencialmente nos permitiste aprender sobre cómo entregarte todo agobio y toda angustia que muchas veces nos controla. Ayúdanos a poner por obra lo que aprendimos y a ayudar a otras, pues todas te necesitamos. Ayúdanos a confiar en que tú eres todo lo que nuestra alma necesita para estar en paz. Amén.

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