Llamados para crearMuestra

Casper ten Boom

Desde que Adán y Eva comieron de la fruta prohibida, el trabajo ha sido arduo y difícil (Génesis 3). Pero como vimos ayer en Génesis 2, el trabajo no era inherentemente malo—fue diseñado por Dios para ser un acto de adoración y una forma significativa para que los humanos glorifiquen a Dios y sirvan a los demás.

En un mundo caído, puede ser difícil ver la bondad, el significado y la eterna trascendencia de nuestro trabajo. Yo dudo de que muchos de los vecinos de Casper ten Boom hayan visto su trabajo como particularmente significativo. Como su hija Corrie recuerda en su libro, El Refugio Secreto, por más de sesenta años, ten Boom se iba a trabajar todos los días como un relojero y comerciante completamente ordinario. Pero mientras el trabajo de ten Boom puede haber parecido tan monótono como el tictac de un reloj, él era un hombre que amaba su trabajo y lo veía como un llamado de Dios, usando su relojería como una manera de servir a sus vecinos y discipular a sus empleados. Mientras ten Boom fue fiel al usar su trabajo para servir al Señor en estas “cosas pequeñas,” Dios tenía planes para confiarle mucha más responsabilidad mientras Europa se dirigia a la Segunda Guerra Mundial.

Después de que los Alemanes invadieron la ciudad natal de los ten Boom, Haarlem de los Países Bajos, la familia comenzó a liderar un esfuerzo clandestino para ocultar judíos y otras personas en riesgo de extermino por parte de los Nazis. La modesta relojeria de los ten Boom rápidamente se convirtió en la puerta principal de la red anti-Nazi en el pueblo, usado para contrabandear alimentos y otros suministros para los judìos escondidos en la casa de los ten Boom detrás de la relojeria. Los ten Booms incluso utilizaron mensajes codificados sobre “relojes” como un medio para comunicar información crítica a través de líneas telefónicas indudablemente intervenidas por los Nazis.

El 28 de febrero de 1944, soldados Alemanes atraparon a los ten Booms y mandaron a Casper y Corrie a prisión. En ese tiempo, los ten Booms escondían a cuatro judíos y a dos miembros de la red clandestina. Cuando se llevaron a los ten Booms, ellos no sabían si las seis personas estaban vivas o muertas. Semanas después, mientras estaban detenidos en el campo de concentración en Scheveningen, Corrie recibió un mensaje codificado informándole que “Todos los relojes en tu armario están a salvo.” Corrie sabía que los seis habían salido con vida. Diez días despues de su arresto, Casper ten Boom murió a la edad de ochenta y cuatro años, sin saber que su trabajo como empresario y relojero había sido utilizado en esta manera dramática para cumplir la voluntad de Dios una vez más.

Recientemente tuve la oportunidad de visitar la relojeria de los ten Boom, que todavía está en funcionamiento hoy. Mientras me acercaba a la puerta principal, me sorprendió lo ordinaria y discreta que es la tienda. La mayoría de la gente pasaba sin mirar la tienda por segunda vez. Estoy seguro de que muchos de los residents de Haarlem miraron el trabajo de relojero de Casper ten Boom de la misma manera, preguntándose qué significado tenía arreglar piezas del tiempo por sesenta años. Pero ten Boom aprovechó su trabajo de maneras increíblemente significativas. Y aunque nuestras historias seguramente no serán tan drámaticas como las de ten Boom, el hecho es que a medida que aceptamos el llamado de Dios para crear en nuestras vidas, Él usará nuestro trabajo de maneras inimaginables para cumplir Su voluntad.