Siete Días en Su PresenciaMuestra

Amor

Debemos preguntarnos nuestras motivaciones para hacer lo que hacemos a diario: orar, leer la Biblia, tener una familia, trabajar, servir en la iglesia, etc. Al hacerlo, el Espíritu Santo nos puede mostrar cuándo las motivaciones no son las mismas de Jesús: hacerlo todo por amor a Él y amor a otros (sin tratar de vivir en nuestras fuerzas, con orgullo, egoísmo, contienda o vanagloria).

Como en toda área, Dios nos equipa para responder a lo que Él nos demanda como hijos que recibimos el amor de Dios cada día en Su presencia y en Sus manifestaciones diarias de cuidado, provisión, protección, favor y gracia en nuestras vidas y en las de quienes amamos.

Estamos en Cristo, el verdadero amor que echa fuera el temor de nuestras vidas y que proviene de una fuente inagotable: sólo siendo conscientes de esto podemos dar lo que ya tenemos.

Que en el lugar o tarea en la que hoy Dios nos pone seamos la manifestación de Su amor que da (tiempo, tesoros, talentos) en medio de un mundo que alienta el egoísmo, ama las cosas y usa a las personas.

Juan 3:16; Romanos 5:5; Mateo 28:20; Efesios 1:23 y 5:1-2; 1 Corintios 16:14

Oración: Gracias Padre, porque soy un hijo amado de un Dios de amor y nada me puede separar de Tu amor. Alinea las motivaciones de mi corazón a las Tuyas: hacer las cosas por amor. Perdóname por aquellas veces que no ha sido así. Gracias porque puedo hacerlo, pues derramaste Tu amor inagotable en mi corazón por tu Santo Espíritu. En el nombre de Jesús, amén.