Semillas: Qué y Por qué Muestra
Día 4- Las Semillas del Reino de Dios
Así que he sido renovado gracias a Jesús, y el cambio que soy responsable de desarrollar es amar a la gente. Eso suena muy bien, pero ¿hay algo más?
(Marcos 4:30-32, [NTV])
“Jesús dijo: “¿Cómo puedo describir el reino de Dios? ¿Qué relato emplearé para ilustrarlo? Es como una semilla de mostaza sembrada en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas, pero se convierte en la planta más grande del huerto; sus ramas llegan a ser tan grandes que los pájaros hacen nidos bajo su sombra” (Marcos 4:30-32, [NTV]).
Jesús era la semilla de mostaza plantada en la tierra; llegó manso y subestimado. Sin embargo, ¡lo que surgió de Él fue más grande que cualquier cosa que haya existido antes en este jardín, la Tierra! Ahora bien, ¿qué es este Reino de Dios que está describiendo?
(Marcos 4:3-11, [NTV])
“¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía la semilla por el campo, algunas cayeron sobre el camino y los pájaros vinieron y se las comieron. Otras cayeron en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con rapidez porque la tierra era poco profunda; pero pronto las plantas se marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron y ahogaron los brotes, así que esos brotes no produjeron grano. Pero otras semillas cayeron en tierra fértil, y germinaron y crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!” Luego les dijo: “El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda”. (Marcos 4:3-11, [NTV]).
Más tarde, cuando Jesús se quedó a solas con los doce discípulos y con las demás personas que se habían reunido, le preguntaron el significado de las parábolas. (Marcos 4:10, [NTV]).
Él contestó: “A ustedes se les permite entender el secreto del reino de Dios; pero utilizo parábolas para hablarles a los de afuera” (Marcos 4:11, [NTV]).
(Mateo 28:18-20, [NTV])
“Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos” (Mateo 28:18-20, [NTV]).
Tenemos una misión de Dios mismo. Es la misma que en el Génesis, cuidar las semillas y llenar la Tierra, no con semillas naturales, sino sobrenaturales. (Génesis 1:11-12, [NTV]) ¡Ahora tenemos el encargo de salir como agricultores y plantar la semilla de la Palabra, las buenas nuevas del Evangelio! (Mateo 28:18-20, [NTV]) No se nos ha encomendado que busquemos sólo tierra buena en la que sembrar la Palabra, sino TODA la tierra en un esfuerzo por dar a cada persona la oportunidad de recibir la semilla y permitir que produzca una cosecha en ellos (Mateo 28:18- 20, [NTV]).
(Apocalipsis 14:14-15, [NTV])
“Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada” (Apocalipsis 14:14, [NTV]). “Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: “Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra (Apocalipsis 14:15, [NTV])”.
Hay un día en que la agricultura, la siembra de la semilla, estará completa y Jesús ejecutará una cosecha final. Este es el Reino de Dios y debemos trabajar sus campos. Esa semilla es Jesús, y la cosecha son más hermanos y hermanas traídos a esta familia, renovados por esa semilla inmortal.
¡Hemos sido renovados y transformados a partir de la semilla de Dios, y ahora estamos compuestos de las mismas cosas que Él! La mayor expresión de esto es el amor y debería afectar a todos los ámbitos de nuestra vida. ¿Qué mayor expresión de amor hay que cumplir la Gran Comisión que Dios nos dio y dar nuestras vidas terrenales para esparcir la semilla de Jesús y hacer crecer el Reino de Dios?
Este es el lugar de donde vienes, adonde vas y por qué estás aquí.
Acerca de este Plan
Las semillas, están por todos lados. Tus palabras, tu dinero, tus hijos, ¡incluso tú eres una semilla! ¿Cómo funcionan estas semillas y por qué debería importarnos? Veamos lo que dice la Biblia y descubramos cómo se puede aplicar a nuestras vidas para acercarnos más a Dios y a su propósito para nosotros.
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