Lázaro, Sal De La TumbaMuestra

Si te quedas en la cueva...

Serás llamado a rendir cuentas por lo que Dios depositó en tus manos. Una profetisa adolescente, que recién comenzaba su ministerio, se encontraba en un concierto cristiano. Sintió la inquietud de parte de Dios de orar por otra joven que también se encontraba en el lugar, para ella, era desconocida. La profetisa sentía mucho temor, ya que era la primera vez que tenía dicha inquietud. Fue de inmediato donde su madre, que también se encontraba en el concierto, y le contó lo que le estaba sucediendo. Muy sabia, su madre le contestó: “Una oración nunca se le niega a nadie”. Estas palabras hicieron que la profetisa tomara el valor de acercarse a la joven y orara por ella. Durante la oración, Dios comenzó a utilizarla, reprendiendo un espíritu de suicidio que perturbaba a la otra joven. Al finalizar la oración, la joven desconocida le dijo: “Gracias por esa oración, tenía planes de quitarme la vida”. ¿Qué hubiese pasado si la profetisa no hubiese orado según su inquietud le indicaba en ese momento?

Dios nos llamará a rendir cuentas por los talentos y dones que nos hayan sido entregados. En el ejemplo que mencionamos, si la profetisa no hubiese orado, estaba la posibilidad de que la joven se hubiese quitado la vida, y entonces Dios podía llamarle a dar cuentas por esa alma perdida, la cual se pudo haber salvado con su oración.

Muchas veces las inseguridades y temores no permiten que pongamos en práctica los dones y ministerios que Dios nos da. Por un momento, esto fue lo que le pasó a Moisés cuando Dios lo llamó con la encomienda de libertar a su pueblo que estaba esclavizado en Egipto. Su primera excusa fue: “Señor, es que soy torpe de lengua”, pero Dios le dio todas las herramientas para poder hacer un trabajo de excelencia, y Dios se glorificó en medio de su debilidad.

Si te quedas en la cueva como el profeta Elías, te vas a perder la bendición de ver cómo Dios puede obrar contigo para salvar muchas vidas. Él te ha hecho libre de ataduras para trabajar con los dones y ministerios que te ha dado. Sacúdete de todo temor y de toda inseguridad porque, al igual que con Moises, Él depositó lo necesario en ti para hacer Su voluntad.

Medita en las siguientes preguntas:

• ¿Puedes identificar alguna excusa que ha postergado los planes de Dios para ti?
• ¿Qué hubiese pasado con el pueblo de Dios si Moisés hubiese insistido en escudarse con sus inseguridades?

Escucha "Lázaro", el tema musical de Linaje Escogido: http://hyperurl.co/Lazaro