Liberándote de la PornografíaMuestra

Hoy te voy a invitar a reflexionar sobre qué vacío procuras llenar cuando ves o veías pornografía y cómo puedes llenarlo de otra forma. En realidad, hemos intentado llenar muchos de esos posibles huecos, pero es bueno que tú reconozcas los tuyos propios y tomes decisiones. ¿Para qué consumes o consumías pornografía?

La respuesta es más compleja que por placer, como sabrás. En realidad, te servía para sentirte mejor afectivamente. ¿Qué experimentabas antes de hacerlo? A continuación, te voy a presentar una serie de sentimientos o circunstancias que nos pueden llevar a caer. Pide al Espíritu Santo que te ayude y, con su ayuda, puntúa del uno al cinco cómo de probable es que ese suceso te provoque una caída.

Soledad

Tristeza

Aburrimiento

Sensación de Fracaso

Discutir con alguien

Ansiedad

Estrés

Miedo

Inseguridad

Pereza

Estar ocioso

Desorden de vida

Cansancio

Culpa

¿Alguna(s) otra(s) que quieras añadir?

Después de puntuar, párate en las que tienen o la que tiene más puntuación. Piensa con el Señor qué puedes hacer para sentirte mejor o cambiar esa sensación cuando la tengas. Por ejemplo… Ansiedad: voy a respirar; sensación de Fracaso: Voy a hacer algo productivo (ordenar, limpiar, estudiar, leer un libro, aprender algo nuevo…); Tristeza: hablar con un buen amigo; Culpa: Contarle a mi ancla qué ha sucedido; Soledad: Quedar con un buen amigo u orar…

Vamos a incorporar un nuevo hábito, pero esta vez fijado por ti. Siendo realista, qué es lo que más te impulsa a caer y qué puedes hacer para cambiarlo. Te invito a que leas el texto del día de hoy y que reflexiones sobre esto. Después, te invito a que te comprometas a hacer algo cada día que te haga estar mejor y ser más libre, ya sea hacer tres respiraciones profundas varias veces al día o quedar con amigos. Haz lo que sea necesario para controlar esas emociones y recuerda que el objetivo debe ser SMART.

Que Dios te bendiga.