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El Voto del Matrimonio

Casados 17 años, Michael y Shelley trabajan juntos, juegan juntos, comen juntos, aman juntos, y crían a tres hijas juntos. Ellos ven el matrimonio como una "sola carne". Pero no siempre fue así.

Shelley:

Al inicio de nuestro matrimonio, temía la temporada de fútbol. Michael quería disfrutar de un día de fútbol, mientras yo veía el sábado como un día "melífero". Después de varias temporadas de frustración con el fútbol, decidí orar. Solo quería que mi esposo hiciera las cosas que yo quería hacer (suena egoísta, lo sé). Entonces, Dios me ayudó con un pensamiento: "¿Puedes amar lo que él ama?" Los sábados de fútbol se convirtieron en "nuestros sábados de fútbol". ¿Adivinas qué pasó luego? Michael comenzó a pausar el juego de fútbol para ayudarme con mis proyectos. Dios me ayudó a darme cuenta de que no había tratado a mi esposo como una pareja. De hecho, ni siquiera entendía que era la vida conyugal. Hoy, nuestro matrimonio es más fuerte que nunca. Somos una sola carne, tres dobleces que no se rompe fácilmente. Y esto se debe en gran parte a que hemos aprendido a amarnos el uno al otro amando las pasiones de los demás.

Michael:

Shelley y yo hemos sido pareja durante un buen tiempo, por lo que, es fácil dar nuestra relación por hecho. A veces, siento que soy yo quien hace todo el trabajo mientras ella simplemente se aprovecha de mi fuerza. (Lo sé, lo sé). Y cuando lo hago, apuesto a que ella siente lo mismo por mí. Recientemente, Shelley salió de la ciudad durante una semana entera, y cualquier idea de que yo estaba haciendo siempre fuerza se fue con ella. Solo tratando de peinar, preparar los almuerzos, preparar café y llevar a las niñas al autobús, cosas que hacemos juntos todos los días, fue abrumador. Han pasado 17 años, y todavía estoy aprendiendo que tenemos fortalezas únicas en esta vida conyugal. Sus fortalezas complementan mis debilidades y las mías las de ella. Encajamos. Los dos nos estamos convirtiendo en "una sola carne". No significa que ella me complete. Solo Dios lo hace. Pero, solo con Él somos dos individuos completos que se forjan en el fuego de nuestras pasiones y adversidad en algo totalmente nuevo. Y créeme, estamos mucho mejor juntos. .

Oremos: Dios, ayúdame a ver el matrimonio como una vida conyugal de pasiones, un dos que se convierte en uno. Ayúdame a no mirar mis propios deseos, ni a mi cónyuge para mi realización, sino a Ti. Ayúdame a llegar al matrimonio completo, listo para la vida conyugal.