OBJETIVO #3: HACER LO QUE ÉL HIZO

“Id, y haced discípulos a todas las naciones”. (Mateo 28:19). Lee las últimas palabras de Jesús a sus aprendices.

Esto es exactamente lo que se esperaría que dijera un rabino a sus alumnos al final de su formación. Después de todo, el objetivo de un maestro no era sólo enseñar, sino también levantar discípulos después de él para continuar su enseñanza y forma de vida. Hasta el día de hoy, en el momento de su ordenación, los rabinos reciben el encargo de “levantar muchos discípulos”, en una liturgia que se remonta a la época de Jesús.

Ahora, sígueme la pista, ya que esta es una idea muy simple que muchos cristianos no entienden: si eres un aprendiz de Jesús, tu objetivo final es crecer y madurar hasta convertirte en el tipo de persona que puede decir y hacer todas las cosas que Jesús dijo e hizo.

Los niños suelen entender esto de forma intuitiva; leen la historia del buen samaritano y su primer impulso es detenerse cada vez que pasan junto a alguien con una rueda pinchada. Porque Jesús terminó esa historia diciendo: “Ve, y haz tú lo mismo” (Lucas 10:37). O escuchan las historias de Jesús sanando a los enfermos, y la próxima vez que su amigo de parvulitos se resfría, lo abrazan y oran para que se mejore. Pero con el tiempo nos pasa algo que nos condiciona socialmente para amortiguar ese impulso.

¿Que pasa si ese impulso es el Espíritu?

¿Qué pasa si ese impulso interno del corazón es el Espíritu obrando en nosotros para ir y hacer la clase de cosas que hizo Jesús?

Como lo expresó Juan, el aprendiz de Jesús, en el Nuevo Testamento: “por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:5-6).

Todo esto nos está llevando al objetivo número 3: hacer lo que Él hizo. El objetivo final de un aprendiz es continuar el trabajo del maestro. Al fin y al cabo, para eso sirve el aprendizaje.

Cuando piensas en hacer el tipo de cosas que hizo Jesús, ¿cuáles te parecen las más difíciles? ¿Por qué? ¿Cuál es tu singular contribución de Dios al mundo? ¿La estás haciendo? ¿Qué papel desempeñas en la familia de Dios, la Iglesia? ¿Lo estás desempeñando?