El maestro jardinero

Después de cenar, Jesús y los discípulos atravesaron un viñedo camino del huerto de Getsemaní. Él dijo: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el jardinero. Él corta todo sarmiento mío que no da fruto, y poda los sarmientos que dan fruto para que produzcan aún más."

Describiendo Su relación con Su padre y Sus seguidores. Jesús explicó cómo su Padre, el jardinero maestro, cuida del Hijo, que es la vid. Él y su Padre podan los sarmientos. Los que confían en el Padre permanecen unidos a la vid. Separados de la vid, sus seguidores no pueden hacer nada.

Y entonces Jesús hizo una promesa increíble. Dijo: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho".

Porque el Padre amaba a Jesús, y Jesús amaba a Sus seguidores, ellos podían descansar en Su amor, aún en medio de sus vidas caóticas. Podían demostrar mejor su amor por Él guardando Sus mandamientos de la misma manera que Jesús guardó los mandamientos de Su Padre y permaneció en Su amor. Jesús dijo: "Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor."

Sus instrucciones eran sencillas. Les dijo que se amaran los unos a los otros como Él les había amado. Prefigurando su propia muerte, les dijo que el mayor amor que alguien podría mostrar sería dar la vida por sus amigos. Los llamó amigos porque confiaron en Él y siguieron sus instrucciones. Todo esto formaba parte de permanecer en Él.

Les animó a seguir amándose porque el mundo les odiaría. Incluso los líderes religiosos pensarían que, en nombre de Dios, estaban haciendo un servicio al mundo persiguiendo a los seguidores de Cristo. Pero los seguidores de Cristo fueron elegidos fuera del mundo. Podían encontrar la paz permaneciendo en Jesús, la vid verdadera.

Hoy, en un mundo cada vez más complicado y hostil hacia las personas de fe, Jesús te invita a permanecer unido a la vid confiando en Él para satisfacer tus necesidades. Como los discípulos, tú también puedes permanecer en la vid. Confía en que Cristo vive en ti y a través de ti. Ámale con todo tu corazón, alma y mente. Confía en Él para que ame a los demás a través de ti.

Puedes recordarte a ti mismo estas verdades leyendo las Escrituras regularmente. Cuando las palabras de Cristo permanecen en ti, entonces puedes permitir que Sus palabras te cambien de adentro hacia afuera. También puedes hablar de estas verdades con tus amigos y familiares. Al permanecer en Jesús, ámalos como Jesús te ama a ti.

Reflexiona:

¿Cómo puedes permanecer en la vid mientras vives tu vida hoy?

¿Cómo sabrás cuando no permanezcas en la vid?

Ora:

Gracias, Jesús, por ser la vid verdadera. Haz que permanezca en Ti y que Tus palabras permanezcan en mí. Produce el fruto del Espíritu en mi vida. Ayúdame a amar bien a los demás.

Anne Marie Winz lleva mucho tiempo trabajando en Cru. Le gusta tomar café, leer buenos libros y hablar con sus amigas. Está casada con el increíble Mark Winz.