Rut: Una historia sobre el amor redentor de DiosMuestra

Nuestra relación con los demás es un indicativo de nuestra relación con Cristo. Booz mostró la bondad amorosa de Cristo en sus interacciones con los trabajadores de sus campos, en cómo trató a Rut y en su provisión para Noemí. Recordar que la integridad y la piedad eran poco comunes en Israel durante aquellos días hace que el carácter de Booz sea más sorprendente. Las primeras palabras de Booz en el libro de Rut fueron una bendición en el nombre de Yahwéh. Su mente estaba tan centrada en Dios que su principal deseo para los demás era que experimentaran las bendiciones del Señor. En todo esto, Booz presagia a Cristo.

Booz podría haber hablado a sus trabajadores con arrogancia. Pero los trataba como a iguales, como a hermanos. La respuesta de sus recolectores fue igualmente admirable y a cambio bendijeron a Booz. La lección para nosotros es esta: intercambiar bendiciones con quienes nos rodean es ser compasivo.

Rut había venido a los campos de Booz para recoger lo que habían dejado sus segadores. (Recoger el grano que quedaba durante la cosecha era la manera que tenía Israel de proveer a los pobres). Booz preguntó a su capataz acerca de Rut. En una breve conversación, el capataz mencionó dos veces que ella era de Moab. Quizás sin darse cuenta, enfatizó su condición de inmigrante pagana procedente de un enemigo conocido de Israel. Booz, por su parte, expresó su admiración por ella y llamó a Rut, su hija. Le ofreció los mismos cuidados debidos a un miembro de la familia, incluida el agua normalmente reservada para los trabajadores hombres, y la invitó a comer el almuerzo con él. ¡Él le dio suficiente grano para que se lo llevara a Noemí y así proveer para ellos, equivalente a dos semanas de salario! La invitó a recoger únicamente en sus campos durante el resto de la temporada de cosecha, ordenó a sus recolectores que le dejaran grano extra y les dijo a sus trabajadores que no la molestaran ni la tocaran. Miró más allá del estigma de su pasado y la vio como preciosa e importante, digna de su respeto y protección.

La forma en que Booz trataba a los que trabajaban en sus campos era generosa y respetuosa. Estaba genuinamente preocupado por ellos, especialmente por Rut, la hija moabita de Dios. ¿Por qué Booz demostró tanto interés en Rut? Al igual que el resto de las personas del pueblo, había oído hablar de cómo trataba a su suegra, Noemí. Como resultado de esto, Booz mostró la misma compasión hacia Rut. Booz era un hombre honorable que reconocía el comportamiento virtuoso en los demás. ¡Él era el hombre ideal!

Las interacciones de Booz con los demás presagian las interacciones de Cristo con los demás. Así como Booz bendijo a sus empleados, Cristo bendijo a quienes lo rodearon durante su estancia en la tierra: aceptándolos, sanándolos y expulsando demonios. Así como Booz alimentó y comió con sus trabajadores, Cristo alimentó y comió con sus seguidores. Tal como Booz trató a los demás como hermanos y hermanas, Cristo ha hecho lo mismo por nosotros. Como Booz demostró interés personal y asumió su deber de responsabilidad por los demás, Cristo también demostró su interés personal y se hizo responsable de aquellos a quienes llamó.

Una de las mejores cosas de adorar a Dios es que Él toma un papel activo en nuestras vidas. Dios no creó el mundo y luego quedó pasivo en un segundo plano. La “trascendencia” de Dios significa que Él quiere ser conocible, perceptible, o comprensible para nosotros. Al percibir la increíble distancia entre el Dios todopoderoso del universo y nosotros mismos, Dios envió a su Hijo en forma de hombre, Jesucristo, para que pudiéramos conocerlo y relacionarnos con Él personalmente. Esta es la encarnación de Cristo, en la que Dios se hizo hombre y vivió e interactuó con su creación.

La compasión prefigurada por Booz se cumplió mediante la muerte de Cristo en la cruz. Por su sacrificio desinteresado, Jesús nos ha bendecido para que podamos pasar la eternidad con Él. No puede haber mayor bendición.

Booz demostró su fe al demostrar el amor de Cristo a quienes lo rodeaban, incluso a aquellos marginados por su cultura. El trato que dio a sus trabajadores, a Rut y Noemí, fue ciertamente “contracultural” y presagió el amor capaz de transformar el mundo que Cristo nos traería. ¿Cómo demuestras el amor de Dios a quienes te rodean?