Una sabiduría celestial

La sabiduría, según Dios, no se trata tanto del intelecto, sino más bien de la manera de vivir; es un estilo de vida que agrada a Dios y bendice la vida de otros.

La sabiduría terrenal es en realidad sabiduría humana y esta sabiduría, en otras palabras, dice que es una sabiduría diabólica, inspirada por Satanás. Quiere decir entonces que Satanás da conocimiento pero para perdición, para la maldad. Por eso es que dice que, ese conocimiento lo que produce es celos, peleas, problemas, y todo tipo de maldad. Esa sabiduría nos conduce a la necedad y la necedad nos conduce a la destrucción.

Muchas veces, hemos cometido el error de confiar en nuestro propio conocimiento, y más de alguna vez nos hemos dado cuenta que si tan solo nos hubiésemos detenido por un momento y pedir un poco de sabiduría nos hubiera evitado un gran problema. Pero hoy nos preguntamos: ¿De qué estaremos llenos entonces? ¿De una sabiduría terrenal que nos hace actuar mal o una sabiduría celestial que nos hace actuar bien?

Necesitamos sabiduría en nuestros hogares, sabiduría para tus padres, hijos y demás familiares. Sabiduría con nuestras amistades, relaciones y compañeros. Sabiduría en la iglesia, con nuestros hermanos de la fe. La sabiduría que viene de Dios nos hace estar en paz (saber cuándo callar y cuándo hablar, cuándo decirlo o cómo decirlo), ser obedientes y amables, compasivos, hacedores del bien y verdaderos cristianos.

Hoy es la oportunidad para pedirle sabiduría a Dios para que podamos honrarle, bendecir la vida de otros y hacer aquello que es correcto. No importa la etapa de nuestra vida en la que nos encontremos, todos necesitamos sabiduría para hacer lo que a Dios le agrada.

Muchos adultos quisieran haber tomado mejores decisiones cuando eran jóvenes y su vida quizá hoy sería diferente. Si eres un joven que lee esto, quiero decirte que las decisiones que hoy tomes importan. No tomes nada a la ligera, sino actúa con sabiduría para que, en tu futuro, puedas decir: "Gracias Dios porque Tú no dejaste que me desviara del camino correcto".

Oración:

Dios, te agradezco porque sé que Tú estás conmigo en cada momento. Te pido que me ayudes a actuar con sabiduría con todos y a tomar las decisiones correctas. Permíteme vivir de tal forma que te agrade en todo lo que haga. Dirige Tú mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús, ¡amén!