Encontrar La Verdadera Felicidad: Devocionales con John PiperMuestra

Hay mañanas en las que me despierto sintiéndome frágil. Vulnerable. A menudo es algo vago. No hay una amenaza en particular. Ninguna debilidad específica. Solo una sensación amorfa de que algo va a salir mal y que seré responsable.

Generalmente ocurre después de recibir muchas críticas. Muchas expectativas con plazos que parecen demasiado grandes y demasiadas.

Al mirar hacia atrás, a lo largo de unos 50 años de esas mañanas periódicas, me asombra cómo el Señor Jesús ha preservado mi vida. Y mi ministerio. La tentación de huir del estrés nunca ha ganado, al menos no todavía. Esto es asombroso. Lo adoro por ello.

En lugar de dejarme hundir en una parálisis de miedo o correr hacia un espejismo de pastos más verdes, él ha despertado un clamor pidiendo ayuda y luego ha respondido con una promesa concreta.

Aquí hay un ejemplo reciente. Me desperté sintiéndome emocionalmente frágil. Débil. Vulnerable. Oré: “Señor, ayúdame. Ni siquiera estoy seguro de cómo orar”.

Una hora más tarde estaba leyendo en Zacarías, buscando la ayuda por la que había clamado. Y llegó.

“Jerusalén será habitada como pueblos sin murallas, a causa de la multitud de personas y ganado en ella. Y yo seré para ella una muralla de fuego alrededor, declara el Señor, y seré la gloria en medio de ella”. (Zacarías 2:4-5)

Habrá tanta prosperidad y crecimiento para el pueblo de Dios que Jerusalén ya no podrá estar cercada por murallas. “La multitud de personas y ganado” será tanta que Jerusalén será como muchos pueblos extendiéndose por la tierra sin murallas.

La prosperidad es buena, pero ¿qué pasa con la protección?

A lo que Dios responde en Zacarías 2:5: “Yo seré para ella una muralla de fuego alrededor, declara el Señor”. Sí. Eso es. Esa es la promesa. El “Yo seré” de Dios. Eso es lo que necesito.

Y si es verdad para los vulnerables pueblos de Jerusalén, es verdad para mí, un hijo de Dios. Dios será una “muralla de fuego alrededor de mí”. Sí. Lo será. Lo ha sido. Y lo será.

Y se pone mejor. Dentro de esa muralla de fuego protectora, él dice: “Y seré la gloria en medio de ella”. Dios nunca se contenta solo con darnos la protección de su fuego; nos dará el placer de su presencia.

“Qué hacer si te despiertas sintiéndote frágil”