Nuestro pan de cada día, Pascua: Sublime graciaMuestra

¿Reparar o reemplazar?

Era tiempo de arreglar los marcos de las ventanas de nuestra casa. Así que raspé, lijé y apliqué masilla para cubrir los agujeros y poder pintarlos. Después de todo mi esfuerzo (incluyendo la capa de prebase y una pintura muy cara) el marco se ve bastante bien, pero no parece nuevo. Lo único que haría que el marco parezca nuevo sería reemplazar la madera vieja. Está bien tener un marco de ventana dañado por el clima que se ve “bastante bien” a simple vista. Pero cuando se trata de nuestros corazones dañados por el pecado, no es suficiente tratar de arreglar las cosas.

Desde el punto de vista de Dios, necesitamos que todo sea hecho nuevo (2 Corintios 5:17). Esa es la belleza de la salvación por la fe en Jesús. Él murió en la cruz como sacrificio por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos para mostrar su poder sobre el pecado y la muerte. El resultado es que, a los ojos de Dios, la fe en la obra de Cristo nos hace una “nueva criatura” y reemplaza la vida vieja por una nueva. El Padre mira a todos los que han puesto su fe en Él como personas nuevas, porque los ve a través de Jesús y su obra en la cruz por nosotros. El pecado ha causado un gran daño que no podemos reparar nosotros mismos. Debemos confiar en Jesús como Salvador y permitirle que nos dé una vida nueva.

—Dave Branon Sólo Jesús puede dar vida nueva.