Tiempos De CrisisMuestra

"Quien tiene un 'porqué' para vivir, puede soportar casi cualquier 'cómo'". Esta es una cita de Viktor E. Frankl, superviviente del Holocausto y uno de los psicoterapeutas más conocidos del siglo pasado. Saber el 'porqué' de tu empresa y de tu vida es una poderosa fuerza de supervivencia en tiempos de crisis.

Pablo también tiene un "porqué" claro que le da fuerza en circunstancias difíciles. Define su "porqué" en términos del papel que desempeña para otras personas: "Pero si somos atribulados, es para el consuelo y salvación de ustedes; o si somos consolados, es para consuelo de ustedes, que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos" (2 Cor.1:6).

Y “para que podamos consolar a los que están en cualquier aflicción, con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios” (1 Cor. 1:4). Se siente vinculado a las personas a las que sirve y quiere exaltar a Dios en sus vidas. No vive para sí mismo, sino para algo más grande que él. Ama a las personas a las que sirve y eso le proporciona una conexión interior.

En otro lugar escribe: "Porque el amor de Cristo nos apremia" (2 Cor. 5:14), ahí es donde reside la pasión de su corazón. Este es su "porqué" y su "propósito". Esto hace que, incluso en las circunstancias más difíciles, sea capaz de encontrar un propósito que le hace seguir adelante y le da energía para actuar.

Cuando conocí a Jack, un experimentado empresario que continuamente inicia nuevos negocios, los hace exitosos y los vende, acababa de crear otra nueva empresa. Esta empresa, sin embargo, nunca llegó a despegar; no se sabía si sobreviviría. El mercado no crecía y las cifras de producción seguían siendo bajas.

Se sorprendió al descubrir que no temía perder dinero, pero sí la sensación de fracaso, si no lo conseguía. Jack descubrió que la empresa giraba en torno a sí mismo. Sobre su ambición y su identidad, no sobre su vocación o su respuesta a la pregunta de para qué servía a Dios y a sus semejantes.

Desde el momento en que descubrió que todo este negocio era únicamente acerca de sí mismo y su éxito personal, comenzó a orar y a poner la empresa en manos de Dios. Jack comenzó a preguntarse si debía permanecer en la empresa o dejarla ir. Varias veces fue confirmada la idea de que debía quedarse y continuar con la empresa.

De alguna manera esto parecía importante para Dios. Este cambio de perspectiva dio a la empresa un nuevo significado para Jack. Ya no se trataba de él mismo y de su éxito, sino de la voluntad de Dios. Esto le hizo trabajar más duro para convertir la empresa en un éxito.

Sobrevivió a los años difíciles, porque había sido capaz de dar un nuevo y mayor significado a su trabajo y a su empresa. Esto es lo que dice Jack: "Solo cuando fui capaz de dejar de lado a la empresa y su éxito comercial como motivación para mi espíritu empresarial, fui capaz de encontrar motivación para continuar con la empresa”.

Pregunta del día
¿Cuál es tu motivación para hacer negocios?