Abrumada por mis bendiciones (Parte 5)Muestra
¿Te despertaste esta mañana sintiéndote sola a pesar de tu casa llena de personas? ¿Te sientes olvidada y sin importancia, poco apreciada e incompetente? ¿Como si no pudieras hacer esto y a nadie le importara? Bienvenida al club de las mamás, a la vida de las mamás. La Biblia nos dice que los hijos son una recompensa, y queremos creerlo, pero la maternidad rara vez se siente gratificante. ¿Por qué este llamado es uno que nos deja sintiéndonos inferiores e insatisfechas?
Tenemos carencias, falta de inspiración y de motivación. Necesitamos valor para enfrentar otro día.
El personaje bíblico David, no era madre, pero era un hombre que conocía la adversidad. En 1 Samuel 30, leemos que David, un guerrero, conquistó a algunos adversarios fuertes y poderosos. ¡Qué gran logro! Pero, cuando él y sus hombres regresaron a su ciudad, la encontraron destruida por el fuego y sus familias habían sido tomadas cautivas. Estaban devastados. Los hombres lloraron hasta que no quedaron lágrimas. Todos hemos estado allí. Pero, entonces sus propios hombres se volvieron contra él y hablaron de lapidar a David. Después de todo, él fue el líder que tomó las decisiones que llevaron a este resultado. Nosotros también lo hemos sentido. Nuestro liderazgo diario a menudo se llama "mezquino" o demasiado duro. Justo cuando pensamos que David podría haberse hundido en la desesperación y haber renunciado a su liderazgo, el final del versículo 6 dice: "Pero, David halló fortaleza en Jehová su Dios".
La versión de Reina Valera dice que David se animó a sí mismo. ¡David se armó de valor!
A veces, es posible que no tengamos a nadie a nuestro alrededor edificándonos, añadiendo coraje a nuestros días. De hecho, ¡muchos días estamos a punto de dimitir! Pero como lo hizo David, podemos animarnos a nosotras mismas. Podemos encontrar fortaleza en el Señor nuestro Dios. Él está ahí para pedírnoslo, dándonos audacia y valor para afrontar los próximos cinco minutos y el día entero.
Pruébalo. Escríbete algunas notas y colócalas en la casa, recordándote la fuerza de tu Dios. Saca fuerzas de esas verdades hoy. ¡Añade coraje a ti mismo!
Padre, me siento inferior, sola y poco apreciada. Sé que mi enemigo espera justo en esos lugares y quiere que sea derrotada y desanimada. Por favor, dame Tu fuerza hoy y ayúdame a añadir valor a mí misma eligiéndote a ti y a tus caminos. Recuérdame hoy que estás aquí, que nunca me dejarás, que estás luchando mis batallas por mí, y que me amas más de lo que nunca me daré cuenta en este lado del paraíso. ¡Que la alegría de conocerte sea mi fortaleza!
Acerca de este Plan
Aliento para las madres, de una mamá que crió a sus 7 hijos y vivió para contarlo. ¡Esta es la parte 5 de 12 devocionales de esta serie de Robin Meadows!
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