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¿QUÉ SIGNIFICA TENER CARÁCTER FUERTE?
Nuestra sociedad ha creado un concepto de lo que significa ser una persona de carácter fuerte que dista mucho de la realidad. Siempre damos por hecho que la persona con carácter fuerte es aquella con reacciones fuertes pero... ¿y si fuera todo lo contrario?
Una persona con un carácter visceral reacciona sin pensar y es presa de sus emociones. No tiene poder sobre sí misma, sino que el poder lo tiene lo externo: cualquier cosa le irrita, no mide sus palabras, sus decisiones son mayoritariamente emocionales y en una discusión se deja llevar por lo que siente en ese momento.
En cambio, una persona con autocontrol tiene fortaleza mental porque sabe dominar sus sentimientos, reaccionar y actuar con racionalidad aún cuando la otra persona no lo está siendo, o las circunstancias son adversas.
Esto dice la Palabra de Dios:
«Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad» (Efesios 4:31).
«Ya que el airado no es capaz de portarse con rectitud ante Dios» (Santiago 1:20).
La Biblia muchas veces habla sobre cómo ese tipo de conductas (gritos y groserías, agresividad...) es un indicador de necedad, y aplaude por otro lado a aquellos capaces de pasar por alto las ofensas, que saben actuar y responder de manera mansa en momentos que nos desafían.
Como dice la Palabra de Dios:
«Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse» (Proverbios 25:28).
Quien salta a la defensiva, es quién menos defensa tiene. Porque en su ataque, deja sin defensa todo lo realmente importante y valioso. En ese momento, ponemos nuestra mira en lo incorrecto y lo importante para nosotros se convierte en ganar el argumento a cualquier precio, saliendo al ataque y dejando atrás desprotegido todo por lo que tanto has luchado: tu relación con esa persona, sus sentimientos...
Jesús en el Sermón del Monte pronunció su famoso: "Habéis oído... pero yo os digo...".
En Mateo 5:21-22, compara el enfado y las injurias con el homicidio. Y es cierto, algunos están muy enfocados en no herir ni matar a nadie físicamente pero pasan por alto que las palabras también pueden hacerlo y causan a veces, incluso, mayor dolor.
Las palabras tienen el poder de traer vida o muerte, de construir o destruir. Podemos estar matando sueños, autoestimas... y las consecuencias pueden ser irreversibles.
No te dejes llevar por un momento de rabia en el que se te nubla el juicio y no puedes pensar ni ver la situación con claridad. Nunca será beneficioso, solo traerá más problemas al propio problema.
3 CLAVES QUE NECESITAS TENER EN CUENTA ANTES DE RESPONDER EN DISCUSIONES:
1. Nunca solucionará nada lo que digas en ese momento de enfado. La mayoría del tiempo en una discusión, no estarás buscando ni la reconciliación, ni el diálogo ni el respeto; no buscarás un planteamiento de soluciones, alternativas o maneras de abordar dicha situación, sino ganar la discusión a toda costa sin importar las consecuencias. Lo único que lograrás de esta manera, es decir cosas de las que después te arrepentirás aún teniendo la razón y empeorar la situación.
2. En vez de buscar culpables, busca soluciones. Este segundo punto va ligado al anterior. Muchas veces cuesta apuntarse a uno mismo y reconocer errores propios y buscamos descargarlos en otros; a veces tendremos razón y otras no. Muy frecuentemente en medio de las discusiones en vez de responder con palabras coherentes y argumentos reales, se responde con acusaciones, reproches y berrinches infantiles. Se acaba convirtiendo en una lucha de poder de ver quién puede más, quién ha hecho más o menos, quién lo ha hecho peor… Pero nada de esto puede cambiar la situación, sólo daña y separa más.
Adán y Eva podrían haber continuado echándole la culpa a un tercero: ''Fue la mujer que me diste'', ''fue la serpiente'', etc. pero cada uno es responsable de sus acciones y de sus consecuencias, debemos aprender a afrontarlas en vez de seguir en esa rueda que no trae soluciones.
3. Nunca sentirás alivio real. Desahogarte de esa manera, explotando y soltando todo lo que sientes y piensas en el momento no es un alivio real, es una trampa. Esa sensación es momentánea, después desaparece y te deja aún peor; tanto a ti por dentro debido a la culpabilidad del peso de las acciones o palabras que hayas dicho, como a la otra persona, como a la propia situación.
Ahórrate esas palabras, sentirás mayor satisfacción de esta forma.
RECUERDA ⤵️
«Más vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades» (Proverbios 16:32).
Más vale la paciencia que el ímpetu, más vale la estrategia que la fuerza... Se conquista mucho más de esta manera sin necesidad de ensuciarse las manos en guerra y ataque, sólo con una visión y mente clara que no se deja perturbar ni condicionar por lo que le rodea.
De esta forma, no solo conquistarás ciudades y todo lo que Dios tiene para ti, sino también a ti mismo.
Escritura
Acerca de este Plan
Logra ser un mejor reflejo de Jesús respondiendo con sabiduría y mansedumbre aún en momentos de tensión. «Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y también con ella maldecimos a las personas que han sido creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así. De una misma fuente no brota agua dulce y agua salada» (Santiago 3:9-11).
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Nos gustaría agradecer a Lourdes Oleaje por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://lourdesoleajee.wixsite.com/weseekgod