Estar con Jesús: Soledad y SilencioMuestra

¿Tu tipo de personalidad influye en la forma en la que practicas la soledad y el silencio?

Jesús rutinariamente se alejaba a un lugar tranquilo y solitario para orar y comunicarse con el Padre. En esto, Él da un ejemplo de la importancia de practicar la soledad y el silencio.

Pero, ¿acaso el hecho de que seas introvertido o extrovertido impacta cómo practiques la soledad y el silencio en tu vida diaria?

¡Claro que sí!

Si eres introvertido como yo, practicar disciplinas espirituales como la soledad, el silencio, tomarse un día para Dios e ir más despacio vienen naturalmente. Por el contrario, cuando me relaciono con otras personas, pierdo energía y necesito estar solo para recargarme. Pasar una hora cada mañana en soledad y silencio, orando y meditando sobre la Palabra de Dios, es la mejor parte de mi día, ¡y no la cambiaría por nada en el mundo! Y la idea de pasar un fin de semana solos Dios y yo en un lugar de retiro local suena maravilloso.

Pero para todos mis amigos extrovertidos, vosotros prosperáis en disciplinas espirituales como el culto, la celebración, el servicio y la hospitalidad. Sois anfitriones amables, rápidos para alentar, transpiráis alegría, y ganáis energía solo por estar con los demás.

Sin embargo, pasar una cantidad prolongada de tiempo cada día en la soledad puede ser demasiado para vosotros. Y si os invitara a venir conmigo en mi retiro silencioso del fin de semana, probablemente estaríais subiéndoos por las paredes tratando de escapar después de unas horas.

La realidad es que todos necesitamos un poco de soledad y silencio. Aún así, dependiendo de tu personalidad, la práctica de la soledad y el silencio en tu vida diaria probablemente se vea muy diferente, y eso está perfectamente bien. Por favor, permíteme decirte. La cantidad de soledad y silencio que necesitas en tu vida es probablemente mayor que lo que te hace sentir cómodo actualmente.

Hoy, toma un minuto para orar sobre lo que la soledad y el silencio podrían parecer para ti basándose en cómo Dios te ha creado de manera única.