Él dijo, ella dice: El poder de orar la Palabra de DiosMuestra

Conociendo al Padre y su Voz

Todos conocemos la historia de David y Goliat. Pero empecemos por el principio. David, un pastor, se quedó con su rebaño mientras sus hermanos mayores viajaban al frente de guerra. Un día, el padre de David le pidió que llevara pan y provisiones a sus hermanos en el campo de batalla. Cuando llegó, David escuchó las amenazas de un hombre enorme, un gigante, llamado Goliat, cuyas simples burlas hicieron que los ejércitos huyeran.

¿Pero qué hay de Dios? ¿Quién era Dios para David? David no pudo buscar en Google: "¿Quién es Dios?", y no había un Nuevo Testamento como referencia. Para que David conociera a Dios, tenía que tener una relación íntima con su Padre Celestial. Y así fue. Sabemos por las Escrituras que David definió a Dios como su Salvador. Definió a Dios como el que lo rescató y el que salvó todo lo que era importante para él. Y, aquí está el truco, David tenía una definición de Dios mucho antes de tener una definición de su problema, Goliat.

¿Captaste eso? David sabía más de su Dios que de su problema. ¿Podemos decir eso acerca de todos los contratiempos y pruebas en nuestra vida?

David no solo sabía acerca de su Dios, sino que hablaba acerca de Él en Salmos y cánticos e incluso al rey. En el Salmo 3, David dice: “Tú, oh Señor, eres un escudo a mi alrededor” y en el Salmo 4, “Solo tú, oh Señor, me protegerás”.

David sabía que para derrotar a un gigante, necesitaba que sus palabras coincidieran con laPalabra. Si creía en las palabras que escribió y en el testimonio de su Salvador, entonces sus palabras tenían que coincidir. Necesitaba que su descripción de lo que estaba frente a él coincidiera con la descripción de lo que estaba dentro de él, y necesitaba proclamarlo.

A través de las palabras que pronunció a lo largo de 1 Samuel 17, podemos ver la audacia y la determinación de David de que podría derrotar a su enemigo. La confianza de David no estaba en su fuerza, sino en sus palabras y su adoración. Sabía que su Dios era un Salvador y Redentor, y lo dijo en voz alta.

¿Tus palabras se alinean con la Palabra? ¿Están tus acciones de acuerdo con lo que Dios dice acerca de tu situación?

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De Él dijo, ella dice, por Allyson McElroy de On3Ministries.com