Devocional Del Día | EneroMuestra

Déjame quedarme como esclavo.

Génesis 44:32-33

Así que si el niño no está con nosotros cuando regrese a mi padre, cuya vida depende de la vida del niño, tan pronto como vea que el niño no está allí, morirá, y realmente enviaremos este anciano, nuestro padre, a su tumba en el dolor. De hecho, me di en garantía del niño a mi padre. Le dije: '¡Si no te lo devuelvo, siempre tendré la culpa!'
Así que por favor déjame quedarme aquí como esclavo de mi señor en lugar del muchacho. Que vuelva a casa con sus hermanos. Porque, ¿Cómo podría volver a mi padre si el niño no estuviera conmigo? No podía soportar ver la angustia que le causaría a mi padre”.

Los hermanos de José lo odiaban a tal grado que lo secuestraron para venderlo como esclavo. No les importó su futuro, lo único que les importaba era satisfacer su odio. Después de muchos años hubo una sequía muy fuerte, los hermanos han crecido, algunos hasta ya tienen sus propias familias. José de ser un esclavo pasó a ser importante en Egipto. Los hermanos viajan a Egipto por comida, pero ellos no lo saben que su hermano al que vendieron sigue vivo. José se encuentra con sus hermanos, y los pone a prueba para ver si su corazón ha cambiado. La prueba era: Poner a uno de sus hermanos en esclavitud y que ellos salgan libres o si lucharían por amor a su hermano. La respuesta es única. Su corazón ha cambiado. Uno de ellos dice: Es mejor quedarme yo como esclavo, que dejar que mi hermano sea hecho esclavo.

Esto es arrepentimiento. Un cambio de vida. Somos llamados a cambiar nuestra antigua manera de vivir y adoptar una vida de cuidado y amor por los demás; no más odio o celos ahora debemos de tener un corazón sacrificial.

Medita: ¿Tu vida en Cristo es diferente a tu antigua vida en el mundo? ¿Tus acciones son diferentes, se ve un cambio?