Abrumada por mis bendiciones (Parte 1)Muestra

Abrazar nuestras situaciones y circunstancias no es un hecho aislado. ¡La vida nos arroja curvas cada día, a veces antes del desayuno! ¿Cómo en el mundo abrazamos lo que se nos da?

Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. 2 Corintios 12:9

¿Su gracia es suficiente? Suena como un cliché religioso o un tópico condescendiente para nuestros oídos cansados. Pero es verdad y poder para nosotros si lo aceptamos. (Pablo lo sabía; lee su relato en las Escrituras circundantes). La gracia de Dios es suficiente para cada situación difícil por la que pasemos, incluso si no parece posible.

Todas tenemos una opción. Podemos resistir y luchar contra nuestras situaciones, o podemos elegir abrazar lo que Dios nos ha dado. Aquí está la clave: no recibimos Su gracia hasta que nos humillamos y admitimos que no podemos hacerlo por nuestra cuenta, sin importar cuál sea nuestro "eso".

Tu "eso" puede ser educar en casa a tus hijos. Puede ser tratar con un niño difícil o incluso elegir amar a tu esposo cuando no es tan adorable. Puede ser tu situación financiera, tu trabajo, tu jefe, tu soltería o tratar con los padres. Sea lo que sea, cuando dejamos de ver nuestras circunstancias como obstáculos que derrotar o superar, y elegimos abrazarlas, es cuando recibimos su gracia. Significa elegir dejar ir y dejar que Él tenga el control. Y esa es a veces una decisión difícil de tomar.

Curiosamente, cuando solo soportamos nuestras circunstancias, eventualmente pueden alcanzarnos, ahogarnos y derrotarnos. Abrazar las dificultades puede hacer un trabajo poderoso en nuestros corazones. Entonces, si te encuentras luchando, luchando y luchando contra las cosas difíciles de tu vida, ¡déjalo ir!

¡Abraza para recibir Su gracia!

Jesús, esto suena demasiado difícil. Estoy luchando bajo la carga que me has dado. Las cosas son mucho más difíciles de lo que jamás soñé posible. Quiero abrazar lo que me has dado, pero lo admito, quiero que las cosas sean más fáciles que esto. Esto es lo que sé. No puedo hacer esto por mi cuenta. Necesito Tu fuerza y poder sobrenaturales para superar el día de hoy. Me arrepiento de tratar de resolverlo y hacer las cosas por mi cuenta, y te pido que te muestres en las circunstancias de hoy. Elijo abrazar mi situación con una nueva perspectiva. ¡Por favor, muéstrame tu gracia!