Testigos Del Milagro: La Primera Navidad

El Dios Que Adoramos 2

Que El Mundo Crea

1 Tesalonicenses: Modelos a imitar

Y Ahora… ¿Cómo Afrontaremos El Futuro?

Creer Y Descansar, Para Su Herencia Alcanzar

ABC De La Oración ... Para Principiantes.

Gracia en Tu Historia

ABC De La Biblia Para Principiantes

Marcas De Un Discípulo

<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bk2KI">
 <div class="chapter ch17" data-usfm="2KI.17">
 <div class="label">17</div><div class="s1">Oseas de Israel (731-722)</div><div class="p"> 1Oseas comenz&#243; a reinar en Israel el a&#241;o duod&#233;cimo del reinado de Ajab en Jud&#225;. 2Ofendi&#243; al Se&#241;or, aunque no tanto como los reyes de Israel que lo precedieron. 3Salmanasar, el rey de Asiria, lo atac&#243; y Oseas se convirti&#243; en vasallo tributario suyo. 4Sin embargo, el rey de Asiria descubri&#243; que Oseas conspiraba contra &#233;l, pues hab&#237;a mandado emisarios a So, el rey de Egipto, y hab&#237;a dejado de enviarle el tributo anual. Por ello, lo arrest&#243; y lo meti&#243; en prisi&#243;n. 5Luego el rey de Asiria invadi&#243; el pa&#237;s, atac&#243; a Samar&#237;a y la asedi&#243; durante tres a&#241;os.#18,9-11. 6Finalmente, el a&#241;o noveno de Oseas, tom&#243; Samar&#237;a y deport&#243; a los israelitas a Asiria, estableci&#233;ndolos en Jalaj, en las riberas del Jabor, r&#237;o de Goz&#225;n, y en las ciudades de Media.</div><div class="s1">Reflexiones sobre el fin de Israel</div><div class="p"> 7Esto sucedi&#243; porque los israelitas hab&#237;an pecado contra el Se&#241;or su Dios, que los sac&#243; del pa&#237;s de Egipto y del poder de su rey, el fara&#243;n. Hab&#237;an adorado a otros dioses, 8imitando las costumbres de las naciones que el Se&#241;or hab&#237;a expulsado ante los israelitas y las costumbres que los reyes de Israel hab&#237;an introducido. 9Los israelitas hicieron cosas inadmisibles ante el Se&#241;or, su Dios: se hicieron santuarios en los montes de todas sus ciudades, desde las torres de vig&#237;a hasta las plazas fuertes 10y erigieron columnas y postes sagrados en cualquier colina alta y bajo cualquier &#225;rbol frondoso, 11quemando en ellos incienso como las naciones que el Se&#241;or hab&#237;a deportado ante ellos y cometiendo maldades que provocaron la indignaci&#243;n del Se&#241;or. 12Sirvieron a los &#237;dolos, aunque el Se&#241;or les hab&#237;a prohibido hacer tal cosa.</div><div class="p"> 13El Se&#241;or hab&#237;a advertido a Israel y a Jud&#225;, por medio de todos sus profetas y videntes: &#171;Apartaos de vuestro mal camino y guardad mis mandatos y preceptos, de acuerdo con la ley que di a vuestros antepasados y que os transmit&#237; por medio de mis siervos, los profetas&#187;. 14Pero ellos no hicieron caso, se obstinaron tanto como sus antepasados que no hab&#237;an confiado en el Se&#241;or su Dios, 15y despreciaron sus decretos, la alianza que hab&#237;a hecho con sus antepasados y las advertencias que les hab&#237;a hecho. Siguieron al vac&#237;o y se quedaron vac&#237;os; siguieron a las naciones de su alrededor, aunque el Se&#241;or les hab&#237;a prohibido imitarlas.#Dt 9,13; Jr 2,5. 16Abandonaron los mandamientos del Se&#241;or, su Dios: se fabricaron dos becerros de metal fundido y una representaci&#243;n de Astart&#233; y adoraron a todas las fuerzas astrales y a Baal.#1 Re 12,28-29; 16,32; 18,20-40; 22,54 (ver Ex 34,13; Dt 4,19; 17,3). 17Incluso llegaron a quemar a sus hijos e hijas en sacrificio, practicaron la adivinaci&#243;n y la brujer&#237;a y se dedicaron a ofender al Se&#241;or y a provocar su indignaci&#243;n.#16,3; 21,6; Jr 7,31; Ez 16,21 (ver Lv 18,21; Dt 18,10). 18Por todo ello el Se&#241;or se enfureci&#243; contra Israel, los expuls&#243; de su presencia, y solo qued&#243; la tribu de Jud&#225;. 19Pero tampoco Jud&#225; guard&#243; los mandamientos del Se&#241;or, su Dios, sino que imit&#243; las costumbres introducidas por Israel. 20El Se&#241;or rechaz&#243; a toda la estirpe de Israel y la humill&#243;, entreg&#225;ndola en poder de saqueadores, hasta que los expuls&#243; de su presencia.</div><div class="p"> 21Cuando Israel se separ&#243; de la dinast&#237;a de David y eligieron rey a Jerobo&#225;n, el hijo de Nabat, Jerobo&#225;n apart&#243; a Israel de su Se&#241;or y le hizo cometer un pecado grave.#1 Re 12,26-33. 22En efecto, los israelitas imitaron todos los pecados de Jerobo&#225;n, sin apartarse de ellos, 23hasta que el Se&#241;or termin&#243; por expulsar a Israel de su presencia, como hab&#237;a anunciado por medio de sus siervos, los profetas, e Israel fue deportado desde su tierra a Asiria, donde permanecen hasta el presente.</div><div class="s1">Repoblaci&#243;n de Israel</div><div class="p"> 24El rey de Asiria trajo gente de Babilonia, Cut&#225;, Av&#225;, Jamat y Sefarv&#225;in y la estableci&#243; en las ciudades de Samar&#237;a, en lugar de los israelitas. Esa gente tom&#243; posesi&#243;n de Samar&#237;a y se instal&#243; en sus ciudades. 25Pero, como al comienzo de su instalaci&#243;n no respetaron al Se&#241;or, el Se&#241;or les envi&#243; leones que los devoraban. 26As&#237; que dijeron al rey de Asiria:</div><div class="p">&#8212;Las gentes que has deportado y establecido en las ciudades de Samar&#237;a no conocen la religi&#243;n del dios del pa&#237;s.</div><div class="p"> 27El rey de Asiria reaccion&#243; dando esta orden:</div><div class="p">&#8212;Llevad all&#237; a alguno de los sacerdotes que hab&#233;is tra&#237;do deportados; que vaya a vivir con ellos y les ense&#241;e la religi&#243;n del dios de aquel pa&#237;s.</div><div class="p"> 28As&#237; pues, uno de los sacerdotes deportados de Samar&#237;a vino a vivir a Betel, donde les estuvo ense&#241;ando a respetar al Se&#241;or. 29Pero cada pueblo se hac&#237;a sus propios dioses en las ciudades donde cada uno viv&#237;a y los colocaba en los santuarios de los altos que hab&#237;an construido los samaritanos. 30As&#237;, los procedentes de Babilonia hicieron una imagen de Sucot Benot; los de Cut&#225;, una imagen de Nergal; los de Jamat, una de Asimat; 31los de Av&#225; hicieron im&#225;genes de Niblat y de Tartac; y los procedentes de Sefarv&#225;in quemaban a sus hijos en sacrificio a sus dioses, Adram&#233;lec y Anarm&#233;lec. 32Tambi&#233;n veneraban al Se&#241;or y nombraron sacerdotes a gentes de entre ellos para que prestaran servicio en los santuarios de los altos.#1 Re 12,31 (ver Jn 4,9). 33As&#237; que, por un lado, veneraban al Se&#241;or y, por otro, daban culto a otros dioses, seg&#250;n la religi&#243;n de la naci&#243;n de donde hab&#237;an sido deportados. 34Y todav&#237;a hoy siguen port&#225;ndose seg&#250;n sus antiguas costumbres: no veneran al Se&#241;or ni proceden seg&#250;n sus decretos y normas, ni seg&#250;n la ley y los mandamientos que el Se&#241;or dio a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel.#Gn 32,29. 35El Se&#241;or hab&#237;a hecho con ellos una alianza dici&#233;ndoles:</div><div class="p">&#8212;No venerar&#233;is a otros dioses, ni los adorar&#233;is; no los servir&#233;is ni les ofrecer&#233;is sacrificios. 36Solo venerar&#233;is, adorar&#233;is y ofrecer&#233;is sacrificios al Se&#241;or que os sac&#243; del pa&#237;s de Egipto con gran demostraci&#243;n de poder. 37Guardar&#233;is los decretos y normas, la ley y los mandamientos que os ha dado por escrito, para que los cumpl&#225;is siempre; no venerar&#233;is a otros dioses. 38No olvidar&#233;is la alianza que he hecho con vosotros y no venerar&#233;is a otros dioses. 39Solo venerar&#233;is al Se&#241;or, vuestro Dios, y &#233;l os librar&#225; de todos vuestros enemigos.</div><div class="p"> 40Pero no hicieron caso y siguieron actuando seg&#250;n sus antiguas costumbres. 41Estas gentes respetaban al Se&#241;or, pero siguieron dando culto a sus &#237;dolos, al igual que sus hijos y nietos, haciendo lo mismo que sus antepasados hasta hoy.</div>
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 <div class="chapter ch25" data-usfm="2KI.25">
 <div class="label">25</div><div class="s1">Sitio de Jerusal&#233;n</div><div class="r">(Jr 39,1-2.4-7; 52,4-11)</div><div class="p"> 1El a&#241;o noveno del reinado de Sedec&#237;as, el d&#237;a diez del d&#233;cimo mes, Nabucodonosor, el rey de Babilonia, lleg&#243; a Jerusal&#233;n con todo su ej&#233;rcito. Acamp&#243; junto a ella y mand&#243; construir torres de asalto alrededor. 2La ciudad estuvo sitiada hasta el a&#241;o und&#233;cimo del reinado de Sedec&#237;as. 3El d&#237;a nueve del cuarto mes el hambre se hizo insoportable en la ciudad y la gente no ten&#237;a nada que comer. 4Entonces el enemigo abri&#243; una brecha en la muralla de la ciudad y, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, los soldados, aprovechando la noche, huyeron#25,4: los soldados... huyeron: El texto hebreo omite estas palabras que s&#237; incluye la versi&#243;n griega y Jr 39,4. por una puerta entre las dos murallas, la que da a los jardines reales, y se marcharon por el camino de la Arab&#225;. 5El ej&#233;rcito caldeo persigui&#243; al rey y le dio alcance en la llanura de Jeric&#243;, mientras sus tropas se dispersaron dej&#225;ndolo solo. 6Los caldeos apresaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia que estaba en Ribla, y all&#237; mismo dictaron sentencia contra &#233;l. 7Luego degollaron a los hijos de Sedec&#237;as delante de su padre, a &#233;l le sacaron los ojos y se lo llevaron encadenado a Babilonia.</div><div class="s1">Conquista, saqueo y deportaci&#243;n</div><div class="r">(Jr 52,12-27)</div><div class="p"> 8El d&#237;a siete del quinto mes (que corresponde al a&#241;o d&#233;cimo noveno del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia), lleg&#243; a Jerusal&#233;n Nabusard&#225;n, jefe de la guardia y consejero del rey de Babilonia. 9Incendi&#243; el Templo del Se&#241;or, el palacio real y todas las casas de Jerusal&#233;n, pegando fuego a todos los edificios principales.#Jr 39,8-10; 2 Cr 36,19. 10El ej&#233;rcito caldeo, comandado por el jefe de la guardia, derrib&#243; las murallas de Jerusal&#233;n. 11Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, se llev&#243; deportados al resto de la gente que hab&#237;a quedado en la ciudad, a los que se hab&#237;an pasado al rey de Babilonia y al resto de la poblaci&#243;n. 12El jefe de la guardia solo dej&#243; a unos pocos de la gente humilde del pa&#237;s al cuidado de las vi&#241;as y los campos.</div><div class="p"> 13Los caldeos destrozaron las columnas de bronce del Templo del Se&#241;or, los pedestales y la pila de bronce que hab&#237;a en el Templo y se llevaron el bronce a Babilonia.#2 Cr 36,18 (ver 1 Re 7,15-51). 14Tambi&#233;n se llevaron las ollas, las palas, los cuchillos, las bandejas y todos los objetos de bronce destinados al culto. 15El jefe de la guardia se llev&#243; consigo los incensarios y aspersorios, tanto los que eran de oro como los que eran de plata. 16Las dos columnas, la pila de bronce y los pedestales (todo lo que Salom&#243;n mand&#243; hacer para el Templo del Se&#241;or) ten&#237;an un peso en bronce incalculable. 17Cada columna med&#237;a unos nueve metros de altura y estaba rematada por un capitel de bronce de unos dos metros y medio de altura, adornado por guirnaldas y granadas a su alrededor, todo de bronce. Las dos columnas eran iguales.</div><div class="p"> 18El jefe de la guardia apres&#243; al sumo sacerdote Sera&#237;as, al segundo sacerdote Sofan&#237;as y a los tres porteros. 19Apres&#243; tambi&#233;n en la ciudad a un alto funcionario que estaba al frente de la tropa, a cinco miembros del consejo real que se hab&#237;an quedado en la ciudad, al secretario del jefe del ej&#233;rcito, encargado de reclutar a la gente del pa&#237;s, y a sesenta miembros de esa gente del pa&#237;s que se encontraban en la ciudad. 20Nabusard&#225;n, el jefe de la guardia, los apres&#243; a todos y los condujo ante el rey de Babilonia que se encontraba en Ribla. 21Y el rey de Babilonia los hizo ejecutar en Ribla, en territorio de Jamat. As&#237; fue deportado Jud&#225; lejos de su tierra.</div><div class="s1">Godol&#237;as, gobernador de Jud&#225;</div><div class="r">(Jr 40,7-9; 41,1-3.17b-18a)</div><div class="p"> 22Nabucodonosor, el rey de Babilonia, design&#243; a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n y nieto de Saf&#225;n, como gobernador de la gente que hab&#237;a quedado y que &#233;l hab&#237;a dejado en territorio de Jud&#225;. 23Cuando los jefes de las tropas y sus hombres se enteraron de que el rey de Babilonia hab&#237;a nombrado gobernador a Godol&#237;as, fueron con sus hombres a verlo a Misp&#225;. Entre ellos estaban Ismael, hijo de Natan&#237;as; Juan, hijo de Carej; Sera&#237;as, hijo de Tanjumet, de Netof&#225;; y Jazan&#237;as, de Maac&#225;. 24Godol&#237;as les jur&#243;:</div><div class="p">&#8212;No teng&#225;is miedo de servir a los caldeos. Quedaos en el pa&#237;s, servid al rey de Babilonia y prosperar&#233;is.</div><div class="p"> 25Pero el s&#233;ptimo mes Ismael, hijo de Natan&#237;as y nieto de Elisam&#225;, descendiente de la familia real, lleg&#243; con diez hombres y asesinaron a Godol&#237;as, as&#237; como a los jud&#237;os y caldeos que estaban con &#233;l en Misp&#225;. 26Entonces toda la gente, peque&#241;os y grandes, junto con los jefes de las tropas emprendieron la marcha hacia Egipto, por miedo a los caldeos.</div><div class="s1">Liberaci&#243;n de Jecon&#237;as</div><div class="r">(Jr 52,31-34)</div><div class="p"> 27El a&#241;o trig&#233;simo s&#233;ptimo de la deportaci&#243;n de Jecon&#237;as, rey de Jud&#225;, el d&#237;a veinticinco del duod&#233;cimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, con motivo de su entronizaci&#243;n, liber&#243; de la prisi&#243;n a Jecon&#237;as, rey de Jud&#225;. 28Le dio un trato de favor y le asign&#243; un rango superior a los dem&#225;s reyes que hab&#237;a con &#233;l en Babilonia. 29Mand&#243; que le quitaran la ropa de preso y lo hizo comensal de su mesa durante el resto de su vida. 30Y el rey [de Babilonia] provey&#243; de por vida a su sustento diario.</div>
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 <div class="chapter ch1" data-usfm="EZR.1">
 <div class="label">1</div><div class="s1">Ciro decreta la reconstrucci&#243;n del Templo</div><div class="p"> 1En el a&#241;o primero de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Se&#241;or anunciada a trav&#233;s de Jerem&#237;as, despert&#243; el Se&#241;or el esp&#237;ritu de Ciro, rey de Persia, que hizo proclamar de palabra y por escrito lo siguiente:</div><div class="p"> 2&#171;Esto es lo que decreta Ciro, rey de Persia: El Se&#241;or, Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha comisionado para que le construya un Templo en Jerusal&#233;n, capital de Jud&#225;.#Is 44,28; 45,1-4.13; Jr 29,10; 2 Cr 36,21-23. 3Cualquiera de vosotros que pertenezca a ese pueblo puede regresar a Jerusal&#233;n, capital de Jud&#225;, y reedificar, con la protecci&#243;n divina, el Templo del Se&#241;or, Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusal&#233;n. 4Y que a los supervivientes de ese pueblo, residan donde residan, la gente del lugar los ayude con plata, oro, bienes, ganado y otras ofrendas voluntarias para el Templo de Dios, que est&#225; en Jerusal&#233;n&#187;.</div><div class="p"> 5Entonces, los cabezas de familia de Jud&#225; y Benjam&#237;n, los sacerdotes, los levitas y todos aquellos a quienes el Se&#241;or se lo inspir&#243;, decidieron regresar a Jerusal&#233;n y reconstruir all&#237; el Templo del Se&#241;or.#Ag 1,14. 6Todos sus vecinos les echaron una mano proporcion&#225;ndoles objetos de plata y de oro, as&#237; como otros bienes, ganado y valiosos presentes, adem&#225;s de todas las ofrendas voluntarias.#Ex 3,22; 11,2-3; 12,35.</div><div class="p"> 7El rey Ciro devolvi&#243; los objetos del Templo del Se&#241;or, que Nabucodonosor hab&#237;a expoliado de Jerusal&#233;n y colocado en el templo de sus dioses.#2 Re 24,13; 25,13-16; 2 Cr 36,10.18. 8Los devolvi&#243; Ciro, rey de Persia, por medio del tesorero Mitr&#237;dates que los cont&#243; ante Sesbasar, pr&#237;ncipe de Jud&#225;. 9La suma era la siguiente: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, 10treinta tazas de oro, cuatrocientas diez tazas de plata y un millar de utensilios varios. 11Todos estos objetos de oro y plata &#8212;cinco mil cuatrocientos en total&#8212; se los llev&#243; Sesbasar a Jerusal&#233;n cuando regresaron los desterrados desde Babilonia.</div>
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 <div class="chapter ch3" data-usfm="EZR.3">
 <div class="label">3</div><div class="s1">Reanudaci&#243;n de los servicios del culto</div><div class="p"> 1El s&#233;ptimo mes, instalados ya los israelitas en sus ciudades, se reuni&#243; el pueblo, de com&#250;n acuerdo, en Jerusal&#233;n.#Ne 7,72; 8,1. 2Entonces Josu&#233;, hijo de Josadac, junto con sus hermanos sacerdotes y con Zorobabel, hijo de Salatiel, acompa&#241;ado tambi&#233;n de sus hermanos, se pusieron a construir el altar del Dios de Israel para ofrecer holocaustos en &#233;l como est&#225; escrito en la ley de Mois&#233;s, var&#243;n de Dios. 3Aunque tem&#237;an a las gentes del lugar, erigieron el altar en su emplazamiento original y ofrecieron sobre &#233;l holocaustos al Se&#241;or, los holocaustos de la ma&#241;ana y de la tarde.#Lv 23,33-36.39-43; Nm 28,3-8; 29,12-38. 4Celebraron la fiesta de las Tiendas seg&#250;n estaba prescrito, ofreciendo cada d&#237;a los holocaustos se&#241;alados en el ritual. 5A partir de ese momento ofrecieron tambi&#233;n el sacrificio perpetuo, los de la luna nueva, los de todas las solemnidades dedicadas al Se&#241;or y los de cualquiera que presentase espont&#225;neamente su ofrenda al Se&#241;or. 6Desde el primer d&#237;a del s&#233;ptimo mes comenzaron a ofrecer holocaustos al Se&#241;or, a pesar de que no se hab&#237;an echado los cimientos del Templo del Se&#241;or. 7Entregaron dinero a los canteros y a los carpinteros, y suministraron v&#237;veres, bebidas y aceite a los sidonios y a los tirios a cambio de que, desde el L&#237;bano, enviaran a Jope por v&#237;a mar&#237;tima maderas de cedro de acuerdo con la autorizaci&#243;n que hab&#237;a concedido Ciro, rey de Persia.#1 Re 5,20; 1 Cr 22,4; 2 Cr 2,12-15.</div><div class="s1">Comienza la reconstrucci&#243;n del Templo</div><div class="p"> 8En el mes segundo del segundo a&#241;o de su llegada a Jerusal&#233;n, Zorobabel, hijo de Salatiel y Josu&#233;, hijo de Josadac, junto con el resto de sus hermanos: sacerdotes, levitas y todos los que llegaron a Jerusal&#233;n desde el destierro, comenzaron la obra del Templo. Encomendaron a los levitas de m&#225;s de veinte a&#241;os la direcci&#243;n de los trabajos del Templo del Se&#241;or. 9Josu&#233; con sus hijos y hermanos se reunieron formando pi&#241;a con Cadmiel y sus hijos, descendientes de Jud&#225;, para dirigir a los que hac&#237;an los trabajos en el Templo de Dios. Estaban tambi&#233;n los hijos de Jenadad y sus hermanos levitas. 10Cuando los alba&#241;iles echaron los cimientos del Templo del Se&#241;or, los sacerdotes, ataviados con sus ropajes y provistos de trompetas, se pusieron en pie. Los levitas descendientes de Asaf llevaban c&#237;mbalos para alabar al Se&#241;or seg&#250;n lo dispuesto por David, rey de Israel. 11Cantaban as&#237;, alabando y dando gracias al Se&#241;or: &#171;Porque el Se&#241;or es bueno, porque su bondad perdura por siempre sobre Israel&#187;.</div><div class="p">Y todo el pueblo aclamaba al Se&#241;or y lo alababa lleno de j&#250;bilo porque se hab&#237;an echado los cimientos del Templo del Se&#241;or.#Jr 33,11; Sal 100,5; 106,1; 107,1; 118,1; 136; 1 Cr 16,34; 2 Cr 5,13; 7,3.</div><div class="p"> 12Muchos de los sacerdotes, levitas y cabezas de familia m&#225;s ancianos que hab&#237;an visto el primer Templo, al ver c&#243;mo se echaban los cimientos de este, lloraban a l&#225;grima viva. Otros, sin embargo, daban grandes gritos de alegr&#237;a.#Ag 2,3. 13No se pod&#237;a distinguir entre las manifestaciones de alegr&#237;a y de llanto porque el clamor popular era enorme, oy&#233;ndose a larga distancia el griter&#237;o.</div>
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 <div class="book bkNEH">
 <div class="chapter ch8" data-usfm="NEH.8">
 <div class="label">8</div><div class="s1">Instrucci&#243;n en la ley y Fiesta de las Caba&#241;as</div><div class="p"> 1Se congreg&#243; todo el pueblo, de com&#250;n acuerdo, en la plaza que est&#225; delante de la Puerta de las Aguas y pidieron al escriba Esdras que trajese el libro de la Ley de Mois&#233;s, la que hab&#237;a dado el Se&#241;or a Israel.#Esd 3,1. 2Era el primer d&#237;a del s&#233;ptimo mes y el sacerdote Esdras trajo el Libro de la Ley ante todos los hombres y mujeres reunidos, ante todos los que estaban capacitados para entender, 3y lo ley&#243; en la plaza que est&#225; delante de la Puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediod&#237;a, en presencia de los hombres, las mujeres y los capacitados para entender. Los o&#237;dos de todo el pueblo prestaban atenci&#243;n. 4Esdras, el escriba, se encontraba en pie sobre un estrado de madera que se hab&#237;a levantado para la ocasi&#243;n. Junto a &#233;l, a su derecha, estaban Matat&#237;as, Sema, Ana&#237;as, Ur&#237;as, Jelc&#237;as y Maas&#237;as, y a su izquierda estaban Peda&#237;as, Misael, Malqu&#237;as, Jas&#250;n, Jasbadana, Zacar&#237;as y Mesul&#225;n. 5Esdras abri&#243; el libro ante los ojos de todo el pueblo (pues sobresal&#237;a por encima de ellos) y, al abrirlo, todo el pueblo se puso en pie. 6Bendijo Esdras al Se&#241;or, Dios grande, y todo el pueblo respondi&#243;: &#171;Am&#233;n, am&#233;n&#187;. Alzaron sus manos, se inclinaron y adoraron al Se&#241;or rostro en tierra.#5,13+. 7Josu&#233;, Ban&#237;, Sereb&#237;as, Jam&#237;n, Acub, Sabetay, Hodiy&#237;as, Maas&#237;as, Quelit&#225;, Azar&#237;as, Jozabad, Jan&#225;n, Pela&#237;as, e incluso los levitas, explicaban la ley al pueblo que se manten&#237;a atento. 8El Libro de la Ley era le&#237;do con claridad y [los levitas] explicaban su sentido de manera que comprendieran la lectura.#ver Esd 7,6-10.</div><div class="p"> 9El gobernador Nehem&#237;as, el sacerdote y escriba Esdras y los levitas que ense&#241;aban a la gente dijeron a todo el pueblo:</div><div class="p">&#8212;Hoy es un d&#237;a dedicado al Se&#241;or, vuestro Dios. No os entristezc&#225;is ni llor&#233;is.</div><div class="p">Y es que el pueblo lloraba al o&#237;r las palabras de la Ley.</div><div class="p"> 10Les dijo adem&#225;s:</div><div class="p">&#8212;Id a comer manjares escogidos, bebed vinos generosos e invitad al que no disponga de nada para s&#237;. Hoy es un d&#237;a consagrado a nuestro Se&#241;or; no os entristezc&#225;is porque la alegr&#237;a del Se&#241;or es vuestra fuerza.</div><div class="p"> 11Los levitas tranquilizaban a todo el pueblo diciendo:</div><div class="p">&#8212;&#161;No llor&#233;is ni os entristezc&#225;is! Este es un d&#237;a consagrado.</div><div class="p"> 12Se retir&#243; todo el pueblo a comer y a beber; invitaron a otros y dieron muestras de una gran alegr&#237;a porque hab&#237;an entendido las palabras que les hab&#237;an ense&#241;ado.</div><div class="p"> 13Al d&#237;a siguiente se reunieron los cabezas de familia de todo el pueblo, los sacerdotes, los levitas y el escriba Esdras para profundizar en las palabras de la ley. 14Y en la ley promulgada por Mois&#233;s encontraron escrito que los israelitas deb&#237;an habitar en caba&#241;as durante la fiesta del s&#233;ptimo mes 15y que, por tanto, deb&#237;an hacer correr la voz por Jerusal&#233;n y por todas sus ciudades para que salieran al monte y trajeran ramas de olivo y de acebuche, de mirto, de palmeras y de otros &#225;rboles frondosos para hacer caba&#241;as, seg&#250;n lo prescrito.#Lv 23,34-36.39-43; Dt 16,13-15.</div><div class="p"> 16Sali&#243;, pues, el pueblo, trajo las ramas e hicieron con ellas caba&#241;as para cada uno en sus patios y terrazas, as&#237; como en los atrios del Templo de Dios, en la plaza de la Puerta de las Aguas y en la plaza de la Puerta de Efra&#237;n. 17Todos los que hab&#237;an regresado del destierro construyeron caba&#241;as y habitaron en ellas. Era algo que los israelitas no hac&#237;an desde los d&#237;as de Josu&#233;, hijo de Nun, hasta entonces. Y hubo una alegr&#237;a muy grande. 18Se ley&#243; el Libro de la Ley de Dios todos los d&#237;as, desde el primero hasta el &#250;ltimo. Hicieron fiesta durante siete d&#237;as y al octavo se celebr&#243;, seg&#250;n la costumbre, una solemne asamblea.#Lv 23,36.</div>
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