Abrazo DivinoMuestra
“El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con ustedes porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
Alguna vez has pensado por un momento ¿Qué pasaría si Dios obrara en nuestros días como lo hizo en el Antiguo Testamento? Piensa por un instante, ¿Qué sería de nuestras vidas si Dios decidiera juzgar y castigar al mundo de hoy como lo hizo en la antigüedad, al ver el desenfreno, las atrocidades y la depravación del ser humano en este tiempo? ¿Crees que nuestra generación sobreviviría a un nuevo diluvio?
¡Gracias Dios por tu gracia y por Jesucristo nuestro redentor!
Desde la perspectiva divina, en la lógica de Dios Padre, Su paciencia puede transformar incluso los lugares más oscuros del corazón en corrientes tranquilas de reconciliación y vida abundante, gracias a la obra del Espíritu Santo en el interior de quienes deciden arrepentirse de sus caminos y volverse a Dios (Isa. 55:7).
¡Sí, aunque nos cueste creer, nuestro Dios Padre, aún retrasa la promesa de la segunda venida de su Hijo Jesucristo en gloria, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos puedan llegar al arrepentimiento! Él quiere ser nuestro Dios, que le conozcamos, nos relacionemos con Él y a cambio Él se ocupará de nosotros y viviremos en Su comunión por siempre.
Aunque la maldad del hombre sigue siendo una ofensa para Dios, Él otorga su amor y gracia, retrasando de forma moderada su ira con paciencia. Nuestro buen Padre Celestial es paciente porque nos ama (Sal. 51:1-5).
Dios Padre es paciente y nos soporta porque desea nuestra transformación, Él conoce mejor que nadie la forma en que nos diseñó y poco a poco nos va santificando para ser un reflejo de Jesús en acción en medio de un mundo distorsionado por causa del pecado (Sal. 103).
Hoy es un buen día para que permitas que Dios Padre reoriente tu capacidad de paciencia con relación a la forma en que juzgas los pecados de tu prójimo, entendiendo que tu Padre Celestial es lento para la ira y tiene un gran amor inquebrantable como nadie que puedas conocer jamás. Descansa en el hecho de saber que el tiempo de Dios es perfecto. Su soberanía excede nuestra capacidad de comprensión y su gracia es abundante (Rom. 5:20).
Acerca de este Plan
Si hay un nombre para Dios que tiene el poder de transformar dramáticamente nuestra vida, es que podamos llamarlo "Padre, Papá, Papito -Abba". Un Padre Celestial que por amor nos abraza y envuelve por medio de Su Espíritu en un romance eterno, ahora y por toda la eternidad. Jesucristo nos presenta a Dios Padre y de paso cancela toda definición de distancia y demora; Él es Emanuel “Dios con nosotros”.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net/