La adoración: Estudio de los SalmosMuestra

¿Qué dice?

A pesar de que el salmista fue perseguido sin causa, halló paz en la ley de Dios. Le pidió a Dios que escuchara su súplica de poder vivir para cantar las alabanzas de los mandamientos justos de Dios.

¿Qué significa?

En el Salmo 119, las declaraciones y solicitudes del escritor son básicamente las mismas. Amaba, confiaba y obedecía la Palabra de Dios; se le opusieron los que ignoraban la Palabra de Dios. Suplicó a Dios por liberación y alabó al Señor a pesar de todo. En medio del caos y la persecución, el salmista estaba decidido a vivir en obediencia, a orar con fervor y a alabar continuamente. La paz y el gozo que encontró al conocer y amar la Palabra de Dios por encima de cualquier otra cosa, ciertamente van más allá del entendimiento humano: es sobrenatural.

¿Cómo debo responder?

Nuestro modus operandi como seguidores de Cristo que van a la iglesia es pedir a los amigos y a los grupos pequeños que oren por nosotros cuando las cosas son difíciles, luego ofrecemos rápida alabanza al Señor cuando el problema se resuelve. Sin embargo, nos sentimos culpables por preocuparnos o por manipular en vez de orar ferviente. ¿En qué situación te identificas con el pedido de ayuda del salmista al estudiar el Salmo 119? ¿Seguirás su ejemplo de vivir en obediencia, orar fervientemente y alabar a Dios continuamente, a pesar de lo que estés enfrentando y del tiempo que tengas que esperar para que el Señor actúe? Tus circunstancias pueden llevarte a profundizar más que antes en la Palabra de Dios, dándote un amor intenso por las Escrituras y brindándote paz y gozo sobrenaturales. No dejes de orar al Señor y obedecer Su Palabra; no esperes para alabarlo.