Contagiado Por La AlegríaMuestra
UN EXTRAÑO LLAMADO CONTENTAMIENTO
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar” (1 Timoteo 6:7,8).
Conozco perfectamente el significado de la palabra contentamiento. He leído artículos y ensayos sobre el tema. He oído que algún que otro predicador lo ha mencionado en sus sermones. Sin embargo, suelo ser olvidadizo y no recordar nada al respecto cuando me golpeo por accidente un dedo con el martillo. La verdad es que el contentamiento me resulta muchas veces un completo extraño. Sus visitas son tan infrecuentes que a menudo ni recuerdo que existe. Confieso con gran pena que tengo huéspedes más habituales que el antedicho contentamiento. Me visita con cierta habitualidad la frustración, la ansiedad, el temor, la inconformidad, pero contentamiento no, parece como si no gustara de mezclarse con semejantes compañías.
Hoy recordé que contentamiento no pasaba a saludar desde hacía algún tiempo. Pensé en él y añoré su delicada presencia. Uno se siente mejor cuando él está, aunque todo a tu alrededor siga de la misma manera. He pasado buenos momentos junto a él. Tiene la habilidad de darle perspectiva a todo cuanto le cuento. Su sola presencia ha iluminado muchas veces mis más densas oscuridades. Pero pasa la jornada feliz, y otra vez lo olvido. Llega de repente la duda y ocupa mi tiempo, o el pesar, o la desazón. Visitas inoportunas a las que a regañadientes dejo entrar en mi alma y que atiendo con precaria educación.
Sé que contentamiento es un visitante reticente, que no gusta venir sin que lo inviten. Tal vez por eso lo olvido con frecuencia, porque no impone su gallarda presencia, aunque pudiera. Es como un caballero cuyo honor le impide vociferar su valía; o se le aprecia o se le desprecia, pero no le oirás protestando por desmanes o desafueros.
No quiero que las cosas sigan de la misma manera, quiero que contentamiento sea un convidado eterno en mi casa. Y para que así sea, voy a trabajar con mi sentido de la hospitalidad, para que me visite solo quien deba y no quien arbitrariamente desee. No será cuestión de un abracadabra o de un día para otro. Meritará tenacidad constante y firmeza absoluta.
Todo viaje comienza con un primer paso, hoy decido darlo. Las piernas trémulas por el combate que avecina, el alma desafiante por la meta que pretende y la mirada alucinada ante la maravilla de vivir triunfante. ¡Bienvenido contentamiento! Haz de este magro espíritu uno pujante. Convierte mis realidades en tus súbditas, supedita a mis incertidumbres con tu liderazgo. Sé el adalid que subyuga mis quebrantos.
“Por todo lo que ha sido, gracias. Por todo lo que ha de ser sí” (Dag Hammardkjöld).
(Tomado del libro: Lecturas para Peregrinos, de Osmany Cruz Ferrer).
Escritura
Acerca de este Plan
La alegría no efímera, que perdura a pesar de los obstáculos de la vida, es un don de Dios. El Señor otorga un gozo que nadie puede dar, a aquellos que creen en Él y cuyas vidas están ancladas en Su Palabra. Nuestra identidad es gozosa y por eso podemos vivir en un permanente contagio con la alegría. Recibiendo y esparciendo ese gozo, para la gloria de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Como Jesús por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/osmanycruz/?hl=es