Jesús: Milagros Sin LímitesMuestra

¿ES RIDÍCULO?

Si eres papá o mamá te habrás dado cuenta de que algunas veces has hecho un papel quizás ridículo frente a tu familia o hacia otras personas haciendo hazañas en el intento de que tu hijo coma la comida saludable que pusiste, inventando canciones que no tienen ningún sentido para que duerma o que dejen de llorar para que no molesten aquellos que están a su alrededor. Puede ser que, para ti, el intento de lograr algo con tu hijo pudiera parecer un hecho ̈normal ̈, cuando en realidad para aquellos que miraban la escena sin entender tu propósito o quizás deses- peración, les pareciera un tanto rara para no decirte ridícula.

¡Lo mismo sucede en nuestra vida cristiana!
La Biblia esta llena de historias de grandes milagros que sucedieron por medio de acciones un tanto ridículas y tal vez hasta innecesarias, que a mí me gusta llamarlas de fe dispuesta a obedecer, mira la historia del ciego de nacimiento.
Juan nos cuenta en el capitulo 9 que Jesús pasó por el ciego y después de escuchar y contestar las dudas de sus discípulos acerca de quienes eran los culpables de que el hombre hubiera nacido ciego, tuvo una actitud un tanto inesperada escupiendo en el suelo, haciendo barro con su saliva, untado los ojos del ciego y después dando un orden al ciego de que fuera lavarse en el Estanque de Siloé. Me quedo imaginando la cara que pusieron los discípulos buscando entender tal acción, porque lo natural para ellos era ver a Jesús obrando milagros, sanando y liberando personas con una sola palabra o hasta por un toque en el borde de su manto, ¿Y ahora qué? ¿Consigues ponerte en el lugar o imaginar lo que se pasaba en la cabeza del ciego que, a parte de no ver, ahora tenia algo en sus ojos que le dificultaba aún más y que así mismo decidió seguir su camino hasta el estanque para lavarse? Quizás nosotros hubiéramos desistido antes porque parecía demasiado complicado.

Jesús siempre nos sorprende enseñándonos por medio de esta historia que entre el milagro y su cumplimiento existe un espacio llamado obediencia. La obediencia nos lleva a vivir el proceso que a su vez nos llena de autoridad sobre las circunstancias, no importa de cuál clase sea – ¡Nada es imposible para Dios! Es en el proceso que somos desafiados a descansar, perseverar en fe en lo que Dios nos pide, seguros de que Él todo ya venció, asi fue la actitud del ciego.

El milagro estaba hecho, su obediencia a las palabras de Jesús fue la clave para seguir en el proceso - llegar al estanque y lavarse - hasta que pudiera alcanzar su milagro: – y al volver lo veía. Juan 9:7b (NVI).
Quizás estés pasando por un proceso muy duro en tu vida, pero quiero animarte con las mismas palabras que Jesús dijo a sus discípulos con respecto al ciego: esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida. Juan 9:3 (NVI).

¡Cree que toda y cualquier circunstancia en nuestra vida es una excelente oportunidad para que se manifieste la Gloria de Dios!
¡Decide obedecer! ¡Disfruta el proceso, aunque te parezca ridículo!