Reconstruir un matrimonio mejor que nuevoMuestra

Es probable que hayas experimentado fuertes pérdidas en tu vida. Podrían estar relacionadas con tu matrimonio o no. No importa lo que haya sido o cuándo ocurrió, es una experiencia que Dios quiere transformar y utilizarla para ayudar a alguien más.

De acuerdo con 2 Corintios 1:3-4, debemos tomar el consuelo que hemos recibido de Dios y usarlo para consolar a alguien más. Porque hemos estado ahí. Lo hemos vivido. Hemos sido sanados de eso y a través de eso. Y no solamente has pasado a través de esas circunstancias y encontrado la sanidad que viene de Dios, sino que has salido de eso y has vuelto a vivir.

Dios no desperdicia nada. Dios trabaja en tus dificultades y a través de ellas para su gloria. Romanos 8:28 no dice que Dios se sienta y espera que las cosas sucedan. Dice que Él está activo, y no sólo en algunas cosas, sino que Dios "va preparando todo para el bien de los que lo aman". 

Cuando ministras a alguien desde un lugar donde alguna vez hubo mucho dolor, un nuevo nivel de alivio ocurre en tu propia vida. Cuando ayudamos a alguien a atravesar algo que nosotros ya experimentamos, nos recordamos a nosotros mismos: "Oye, lo que te pasó no fue en vano. Lo que tan difícilmente viviste ahora resulta en esperanza para alguien más. Lo que casi te mató un día le dará esperanza a alguien más". Es un concepto espiritual que no sólo ayuda a los demás, sino que también redime nuestro propio dolor.

Ni aun en mis sueños más atrevidos me imaginé que mi esposo y yo estaríamos donde estamos hoy. Algún día serás tú quien sostenga de la mano a quienes han visto su vida cambiar para siempre por una aventura, por la adversidad o por un obstáculo. Serás quien ofrezca esperanza a esas personas porque tú ya estuviste en esa situación, y sigues de pie, sigues viviendo. Esa es la clave. Las personas que pasan por el dolor quieren saber cómo sobrevivir, cómo volver a vivir. Y aunque tus acciones para ayudarlos son muy importantes, el simple hecho de permanecer a su lado es suficiente. El regalo de tu presencia hará maravillas. Más de lo que te imaginas.

Para reflexionar: Haz una lista de experiencias que has vivido. Pídele al Padre que te muestre cómo Él desea usar tu pasado para impactar el futuro de alguien.

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