El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23Muestra
Los dos perros ovejeros:
Bondad y Misericordia
Hannah Etsebeth
¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece. Salmo 121:2–4 (NTV)
Para efectos de transparencia: Soy conocida por tropezar mucho. En mi juventud, se trataba de la acera desnivelada o del agujero oculto en el césped espeso. Si algo existía, yo lo encontraría. En mis años universitarios, parecía que solo sucedía cuando iba caminando cerca de alguien a quien trataba de impresionar. La acera cambiaba trágicamente de estado mientras yo estaba dando el paso, mi pie lo descubría y mi tobillo se torcía, y me encontraba a mí misma tratando de recuperarme tan rápido como mi alta estructura me lo permitiera. Raras veces tenía éxito. Prefiero llamarla “gracia extraña”.
Afortunadamente, las aceras ya no me hacen tropezar en estos días tanto como solían hacerlo; sin embargo, hay otras cinco cosas que sí lo hacen: mis tres hijos pequeños y dos perritos habaneses. Pareciera que siempre hay algo o alguien debajo de mis pies. Y una cosa es segura: cada tropezón, pasado y presente, me ha avergonzado o frustrado y, a veces, lastimado.
Dejando de lado mi torpeza personal, ¿te ha pasado a ti? Como seres humanos tendemos a tropezar; ya sea que perdamos nuestra genialidad al sobrepasar nuestros límites, hablar fuera de tiempo o tratar de superar situaciones pecaminosas. Decimos o hacemos cosas que nos avergüenzan o frustran, muchas veces quedamos lastimados o lastimamos a los demás de una u otra forma.
En el salmo 23:6, leemos: “Ciertamente la bondad y la misericordia me seguirán” (RVR1977). En este salmo acerca del Buen Pastor, la bondad y la misericordia muchas veces han sido comparadas con los perros ovejeros que van detrás del rebaño. De manera similar a los perros ovejeros que cuidan al rebaño, la bondad y la misericordia caminan hombro con hombro cuidándonos y protegiéndonos de los obstáculos y de los antagonistas en nuestra vida.
La palabra hebrea para “misericordia” en el Salmo 23, chesed, significa “el pacto constante y firme del amor de Dios”. Es difícil de leer esa definición y no asimilar un significado mayor: la bondad innata de Dios unida a su pacto de amor demostrado en la muerte y resurrección de Jesús. La bondad y la misericordia de Dios junto con nuestra respuesta a su Hijo limpia todos nuestros pecados. ¿No estás agradecido por eso?
Así que hoy, si tu mente te lleva a lugares donde has tropezado, recuerda que la bondad y la misericordia te están siguiendo. Con tu cabeza inclinada en arrepentimiento, trae ante el Señor tu oración, y permite que su misericordia y su perdón de cubran. Y si mañana sientes que te estás resbalando, dirige tu corazón hacia tu Padre, quien es rico en misericordia, y confía en que Él te llevará al otro lado del reto que enfrentas.
Ciertamente, su bondad y su misericordia están siguiéndote.
ORACIÓN
Señor, gracias por la certeza de tu bondad y tu misericordia. Me arrepiento de los pensamientos, acciones y cosas equivocadas en mi vida y te pido que tu perdón pueda limpiarme. Ayúdame a llevar una vida que demuestre la abundancia del regalo de perdón que me das. En el nombre de Jesús, amén.
PARA MEDITAR
- Pide al Espíritu Santo que te muestre un área a donde su bondad y su misericordia hayan llegado recientemente a tu vida. Toma un minuto para hablar con Él sobre esa experiencia.
- Ora sobre cualquier área donde has estado tropezando, acércate a la bondad de Dios y pide su misericordia.
- El salmo 100:5 declara que el Señor es bueno, y su amor es eterno; y también lo es su fidelidad para todas las generaciones. Pide al Señor que ponga a alguien en tu corazón; luego, toma unos minutos para decir ese versículo en oración por esa persona y por las generaciones venideras.
Espíritu Santo, ¿qué es lo que me estás diciendo hoy?
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días. Salmo 23:6
Escritura
Acerca de este Plan
Jesús es el Buen Pastor, quien provee todo lo que necesitamos. Este devocional de 31 días está centrado en un pasaje de la Escritura que ha sido una fuente de fortaleza, paz y consuelo: el Salmo 23. En cada día del recorrido a través de este salmo tan preciado, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre las muchas maneras en que Jesús demuestra su amor y su bondad en nuestra vida.
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