Grupos pequeños, gran crecimientoMuestra

Sigue respirando

Imagina que caminas en un avión, encuentras tu asiento, te sientas y comienzas a escuchar las instrucciones de seguridad de los auxiliares de vuelo: "En caso de pérdida súbita de presión de la cabina, las máscaras de oxígeno caerán del techo sobre ustedes. Adultos, por favor pónganse la máscara antes de intentar ayudar a sus hijos”. ¿Alguna vez has tenido este pensamiento?: ¿En serio? ¿Las aerolíneas no se preocupan por los niños? Si has pensado eso, es posible que no seas padre. Los padres saben que no pueden hacer nada por sus hijos si ellos mismos ya se han desmayado. Los padres tienen que seguir respirando para que sus hijos estén a salvo.

Liderar un grupo pequeño puede ser física, espiritual y emocionalmente agotador. Aunque la pérdida de presión de cabina no es típicamente súbita en nuestro mundo, el liderazgo espiritual es más probable que te quite la vida lenta y silenciosamente. Eso, a menos que hagas lo necesario para seguir respirando.

No es una locura cuidarte primero, es una locura no hacerlo. Si no estás mejorando al respirar en Cristo y exhalando tu carga y tus preocupaciones, ¿cómo puedes dirigir a otros a hacer lo mismo? Si estás casado, esto significa preocuparte por tu matrimonio antes de que te preocupes por el de alguien más. Si tienes familia, esto significa preocuparte por tu familia antes de que intentes mejorar a la siguiente familia. ¿Lo entiendes? Ponte la máscara primero.

Haz esto: Pídele al Espíritu Santo que te muestre en qué área(s) necesitas actuar de inmediato.

1. Busca la sabiduría diaria de Dios a través de Su Palabra
2. Disfruta de la amistad incesante de Dios, Su dirección y poder en oración
3. Encuentra consejo sabio y camaradería en un mentor
4. Rinde cuentas regularmente a un amigo de confianza